Tholos de Delfos

Tholos de Delfos


Tholos de Delfos


Clasificación

El Tholos de Atenea Pronaia, situado en el santuario de Delfos, en Grecia, fue construido hacia la primera mitad del siglo IV a.C., dentro del estilo clásico griego, específicamente en la fase de transición hacia el estilo corintio. Esta obra, atribuida probablemente al arquitecto Teodoro de Focea, forma parte del temenos consagrado a Atenea Pronaia, de quien era protectora del oráculo de Apolo. Se localiza en el área monumental de Delfos, un centro religioso y político de gran importancia en la antigua Grecia. A pesar de su función aún debatida por los estudiosos, su carácter simbólico, su perfecta proporción circular y su refinado tratamiento decorativo lo convierten en uno de los hitos arquitectónicos más enigmáticos y admirados del clasicismo griego.


Descripción

El Tholos de Atenea Pronaia responde a la tipología de templo circular, elemento raro dentro de la arquitectura griega, aunque no excepcional. Se compone de una estructura perístila circular sobre un crepidoma de tres niveles. Los materiales utilizados incluyen mármol pentélico para las columnas exteriores y toba volcánica en la estructura interior. La planta es circular, con una célula central rodeada por veinte columnas de orden dórico, mientras que el interior, actualmente en ruinas, pudo albergar columnas de orden corintio. Aunque su fachada como tal no existe, el anillo columnado exterior actúa como una envolvente armónica. Los elementos sustentantes son las columnas dóricas exteriores y probablemente pilares en el interior, mientras que los elementos sustentados son la entablatura y una cubierta posiblemente cónica o en forma de tholos, decorada con acroteras. La estructura está basada en elementos portantes clásicos y equilibrio radial. Las cubiertas no se conservan, pero se cree que fueron de forma cónica, con tejas de mármol o bronce. El alzado refleja una perfecta relación de proporciones, con alternancia de metopas y triglifos. Como elementos decorativos, destacan esculturas en relieve en las metopas exteriores y motivos vegetales en los capiteles interiores.


Análisis

El uso de la luz es fundamental en esta obra: al carecer de muros exteriores cerrados, el espacio se baña de luz natural, que penetra entre las columnas. Así pues, el interior queda expuesto al entorno, generando una interacción única entre arquitectura y paisaje. Igualmente, este tipo de iluminación refuerza el carácter simbólico del edificio, asociado a lo divino y lo eterno. En cuanto al color, aunque hoy el templo aparece desnudo, originalmente estuvo policromado. Las metopas y capiteles habrían mostrado detalles en rojo, azul y dorado, como era común en el clasicismo griego.

El volumen del edificio se organiza desde un eje central, generando una forma perfectamente geométrica y rotunda. Contrariamente a los templos rectangulares, aquí no hay direccionalidad marcada, lo que refuerza su simbolismo cósmico. El ritmo es regular, basado en la alternancia armónica de columnas, metopas y triglifos, y también en los detalles escultóricos. Las proporciones son refinadas, equilibradas, y siguen cánones estrictos del clasicismo griego, con una clara intención de transmitir perfección, armonía y orden. De esta manera, el Tholos transmite una sensación de totalidad y equilibrio visual sin necesidad de monumentalidad excesiva.


Comentario

El Tholos de Atenea Pronaia forma parte del momento de madurez del arte clásico griego, una época en que los arquitectos comienzan a experimentar con nuevas formas y esquemas espaciales. Este edificio, construido hacia el 360 a.C., aparece en un contexto en el que la arquitectura griega busca no solo representar el poder divino, sino también la belleza universal. Delfos, como centro religioso panhelénico, era lugar de encuentro político, cultural y espiritual, lo que convierte a este tholos en una obra no solo artística, sino también ideológica.

Aunque no se conoce con certeza la función del tholos, se han propuesto interpretaciones que van desde espacio votivo hasta tumba heroica o templo dedicado a dioses ctónicos. De todas maneras, su simbolismo es innegable: la forma circular sugiere una relación con lo eterno, lo cíclico y lo cósmico. El uso del orden dórico en el exterior y posiblemente corintio en el interior marca un momento de transición y evolución en los órdenes arquitectónicos, anticipando el uso ornamental del corintio en la arquitectura helenística.

Entre los rasgos distintivos de esta obra podemos destacar:

  • La planta circular, inusual en la arquitectura griega.

  • El uso del doble orden arquitectónico.

  • El refinado trabajo escultórico en metopas y capiteles.

  • Su inserción en un entorno natural espectacular, donde arquitectura y paisaje se funden.

Otras obras comparables en función simbólica o formal podrían ser el Tholos de Epidauro o el Philippeion en Olimpia. En estos ejemplos se percibe la misma búsqueda de innovación formal dentro del respeto por las proporciones clásicas. Ciertamente, el Tholos de Atenea Pronaia se convierte en un hito, no por su tamaño, sino por su originalidad compositiva y carga simbólica.


Conclusión. Tholos de Delfos

El Tholos de Atenea Pronaia representa una de las aportaciones más singulares de la arquitectura clásica griega. No sólo por su forma, que rompe con la tradición rectangular, sino también por su armonía estructural y su valor simbólico. Este edificio marca un punto de inflexión entre el clasicismo pleno y los ensayos formales que caracterizarán el periodo helenístico. Su perfección geométrica y su integración en el paisaje convierten al tholos en una obra maestra del diseño arquitectónico antiguo.

Además, su influencia fue notable en el desarrollo posterior de la arquitectura circular, tanto en Grecia como en Roma. Por ejemplo, inspiró construcciones como los monumentos funerarios romanos, los templa rotunda y, ya en el Renacimiento, los templetti de planta central. Finalmente, su capacidad de generar un espacio envolvente, abierto y simbólico lo sitúa como un precursor de muchas ideas arquitectónicas que reaparecerán siglos más tarde.


Bibliografía. Tholos de Delfos

  • Camp, J. (2001). La antigua Grecia. Madrid: Akal.

  • Lawrence, A. W. (1996). Greek Architecture. New Haven: Yale University Press.

  • Hurwit, J. M. (2004). The Acropolis in the Age of Pericles. Cambridge: Cambridge University Press.

  • Spivey, N. (2006). Greek Art. Londres: Phaidon.

  • Neer, R. (2012). Greek Art and Archaeology. Nueva York: Thames & Hudson.

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