PROCLAMA DE LOS SUBLEVADOS DE CÁDIZ EN 1868

“Españoles; la ciudad de Cádiz puesta en armas, con toda su provincia, con la Armada anclada en su puerto […], declara solemnemente que niega su obediencia al gobierno de Madrid, segura de que es leal intérprete de todos los ciudadanos […]. Queremos que una legalidad común por todos creada tenga implícito y constante el respeto de todos. Queremos que el encargado de observar la Constitución no sea su enemigo irreconciliable […].

Queremos que un gobierno provisional que represente todas las fuerzas vivas del país asegure el orden, en tanto que el Sufragio Universal eche los cimientos de nuestra regeneración social y política. Contamos para realizar nuestro inquebrantable propósito con el concurso de todos los liberales unánimes y compactos ante el común peligro; con el apoyo de las clases acomodadas, que no querrán que el fruto de sus sudores siga enriqueciendo la interminable serie de […]favoritos; con los amantes del orden, si quieren verlo establecido sobre las firmísimas bases de la moralidad y del derecho; con los ardientes partidarios de las libertades individuales […]: con el apoyo de los ministros del altar […]; con el pueblo todo […].

Españoles: […] Acudid a las armas, no con el impulso del encono, siempre funesto; no con la furia de la ira, siempre débil, sino con la solemne y poderosa serenidad con que la justicia empuña su espada. ¡Viva España con honra!.”

 

Cádiz, 19 de Septiembe de 1868. Duque de la Torre, Juan Prim, Domingo Dulce, Francisco Serrano Bedoya, Ramón Nouvilas, Rafael Primo de Rivera, Antonio Caballero de Rodas, Juan Topete.

Gaceta de Madrid, 3 de octubre de 1868.


Proclama de los sublevados de Cádiz. Comentario


Clasificación

Este texto corresponde a la Proclama de los sublevados de Cádiz, redactada y difundida el 19 de septiembre de 1868, en el contexto del inicio de la Revolución Gloriosa. Se trata de una fuente primaria, firmada por figuras clave del liberalismo militar y progresista del siglo XIX español, como Juan Prim, Francisco Serrano, Domingo Dulce, entre otros.

Su naturaleza es político-circunstancial, ya que fue escrito como parte de un proceso de insurrección. Además, posee un carácter claramente público y propagandístico, con el objetivo de movilizar a la población y justificar el levantamiento contra el régimen de Isabel II. Evidentemente, este manifiesto busca construir un discurso de legitimidad revolucionaria en nombre de la nación.

Geográficamente, se ubica en Cádiz, ciudad históricamente ligada a los movimientos constitucionalistas españoles. Temporalmente, pertenece a la segunda mitad del siglo XIX, en un momento marcado por la crisis del sistema isabelino, caracterizado por el despotismo, el clientelismo y la inestabilidad política.


Análisis

La idea principal del texto es presentar la insurrección como una acción legítima y necesaria para restaurar la legalidad, garantizar los derechos ciudadanos y regenerar el país.

Entre las ideas secundarias destacadas:

  • La insurrección se plantea como voluntad nacional:
    Cádiz y su provincia, junto con la Armada, niegan obediencia al gobierno central. Así mismo, se declaran portavoces del sentir mayoritario del país.

  • Se exige una legalidad común y constitucional:
    La proclama denuncia que el gobierno actúa contra la Constitución. Por ello, se reclama un marco legal creado y respetado por todos.

  • Se propone un gobierno provisional democrático:
    La revolución no busca imponer una dictadura, sino fundar un nuevo orden basado en el Sufragio Universal. Así, se sientan las bases de la regeneración nacional.

  • Llamamiento a una alianza social amplia:
    El texto apela a liberales, clases acomodadas, religiosos y pueblo. De este modo, se busca reforzar la legitimidad y amplitud del movimiento.

  • Se defiende la revolución como un acto de justicia, no de odio:
    La proclama insta a actuar con “serenidad poderosa”, evitando la violencia vengativa. En definitiva, se invoca la justicia como fundamento del alzamiento.


Comentario

La Proclama de Cádiz inaugura uno de los procesos más ambiciosos de cambio político del siglo XIX español. A todo esto, representa la expresión ideológica del liberalismo progresista. Por eso, su lenguaje y estructura no son únicamente militares, sino profundamente políticos y morales.

Como decíamos, el manifiesto señala que la insurrección no es una acción arbitraria, sino una respuesta legítima ante un régimen ilegítimo. De hecho, los firmantes acusan al gobierno de Isabel II de haber violado la Constitución y traicionado los principios del Estado de derecho.

En consecuencia, la proclama apela a un amplio espectro social para impulsar un proceso de reforma profunda. Así pues, no se dirige solo a los militares o políticos, sino también a las clases medias, los religiosos y el pueblo llano. Esta estrategia intenta legitimar la revolución como expresión de unidad nacional.

Por otra parte, la insistencia en el Sufragio Universal como base de regeneración política señala una clara ruptura con el sistema censitario anterior. Así mismo, refleja la influencia del pensamiento democrático europeo y del ideario revolucionario de 1848, aún presente en los sectores liberales.

A diferencia de otros pronunciamientos militares de épocas previas, este texto subraya la importancia de la moral y del derecho. De esta manera, se construye un discurso de superioridad ética respecto al sistema político que se quiere derribar.

Finalmente, el cierre con la expresión “¡Viva España con honra!” condensa el espíritu de la revolución. En este sentido, honra y legalidad aparecen como los pilares de una nueva etapa histórica. De hecho, esta frase será uno de los lemas fundamentales del Sexenio Democrático.


Conclusión. Proclama de los sublevados de Cádiz

En conclusión, la Proclama de los sublevados de Cádiz es mucho más que un documento militar. A fin de cuentas, constituye una declaración política, una justificación ideológica y una hoja de ruta para un nuevo modelo de Estado.

Evidentemente, el texto se inscribe en un contexto de profunda crisis del sistema isabelino. Además, presenta una alternativa basada en el sufragio universal, la moral pública y la participación política. Por tanto, se convierte en un hito del constitucionalismo español.

A partir de esta proclama, se desencadena la Revolución Gloriosa, que abrirá el camino hacia el Sexenio Democrático, un periodo breve, pero fundamental, para la historia de la democracia en España. Aunque muchas de sus aspiraciones no se consolidaron, realmente anticiparon debates políticos que llegarían a madurez en el siglo XX.

Por todo esto, el documento refleja una voluntad clara de transformación política y social. Así, se convierte en una fuente imprescindible para comprender el espíritu revolucionario y regenerador del liberalismo español del siglo XIX.


Bibliografía. Proclama de los sublevados de Cádiz

  • Proclama de los sublevados de Cádiz (1868), La Gloriosa. Archivo General de Andalucía.

  • Artola, M. (1975). La España de Fernando VII a Isabel II. Madrid: Alianza Editorial.

  • Bahamonde, Á., & Martínez, J. (1994). Historia de España (siglo XIX). Madrid: Cátedra.

  • Carr, R. (1982). España 1808-1975. Barcelona: Ariel.

  • Pérez Garzón, J. S. (2001). Liberalismo y poder en el siglo XIX español. Barcelona: Crítica.

  • Wikipedia