Mausoleo de Halicarnaso. Comentario

Mausoleo de Halicarnaso (Maqueta)


Mausoleo de Halicarnaso. Comentario


Clasificación

El Mausoleo de Halicarnaso, construido hacia el año 350 a.C., fue una tumba monumental erigida por Artemisia II en honor a su esposo y hermano Mausolo, sátrapa de Caria. Está ubicado en la antigua ciudad de Halicarnaso, actual Bodrum (Turquía), y se inscribe dentro del periodo helenístico temprano, aunque con claras influencias del clasicismo griego. Su estilo es una fusión de elementos griegos, orientales y egipcios, lo que lo convierte en una obra singular dentro de la historia de la arquitectura funeraria. Considerado una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, fue obra de varios arquitectos y escultores, como Piteo, Satyros, Escopas, Leocares y Briaxis, lo que revela la magnitud del encargo. Aunque actualmente solo quedan restos arqueológicos, su influencia fue determinante en la evolución del arte funerario posterior. Por eso, su nombre dio origen al término “mausoleo”.


Descripción

El Mausoleo tenía una planta cuadrada de aproximadamente 30 metros de lado, y se alzaba sobre un podio escalonado. Estaba construido principalmente en mármol blanco, con elementos de caliza en la base. Sobre el podio, se disponía un cuerpo de columnas jónicas que conformaban un peristilo rectangular. Encima de este cuerpo se alzaba una pirámide escalonada, coronada por una cuádriga de mármol, que representaba a Mausolo y Artemisia. Los elementos sustentantes eran columnas jónicas sobre un muro macizo, y los elementos sustentados incluían un entablamento decorado y una cubierta piramidal. La estructura estaba dividida en tres cuerpos claramente jerarquizados: la base funeraria, la columnata y la pirámide. La cubierta, hoy desaparecida, era inclinada, de forma piramidal, lo que recuerda influencias egipcias. El alzado alcanzaba una altura total estimada de 45 metros. Como elementos decorativos, destacaban relieves historiados en los frisos, esculturas exentas y la impresionante cuádriga final. De esta manera, se lograba una integración única entre arquitectura y escultura.


Análisis

La luz natural incidía sobre el conjunto, realzando el brillo del mármol y las sombras proyectadas por columnas y esculturas. Así, se generaba un juego visual que intensificaba la monumentalidad del edificio. Igualmente, la disposición escalonada facilitaba la percepción ascendente de la obra, culminando en la cuádriga como símbolo de apoteosis. El color original incluía policromía en frisos y figuras: restos arqueológicos han identificado pigmentos rojos, azules y dorados, lo que añadía riqueza simbólica al conjunto. A pesar de su estado actual, se sabe que fue una obra vibrante, no austera.

En cuanto al volumen, el mausoleo se compone de tres cuerpos claramente diferenciados, lo que genera un juego de masas y alturas que guían la mirada hacia el punto culminante. Evidentemente, esta organización responde tanto a necesidades simbólicas como visuales. El ritmo aparece en la repetición de columnas, esculturas y relieves, creando una armonía estructural. Las proporciones fueron meticulosamente calculadas: el edificio transmite equilibrio entre masa y altura, entre horizontalidad y verticalidad. Por eso, no es simplemente una tumba monumental, sino una construcción que busca la eternidad a través de la belleza formal.


Comentario

El Mausoleo de Halicarnaso representa un punto de inflexión en la historia de la arquitectura funeraria. Se construye en un momento de transición, cuando los antiguos modelos orientales se mezclan con los ideales estéticos griegos. Después de la muerte de Mausolo, su esposa Artemisia ordenó levantar un monumento sin precedentes. A causa de su prestigio, convocó a los mejores escultores y arquitectos de su tiempo, haciendo de la tumba un acto de propaganda, de amor y de poder.

A nivel formal, combina tres tradiciones arquitectónicas: el podio oriental, la columnata griega y la pirámide egipcia, formando una estructura inédita. En consecuencia, se convierte en un modelo híbrido y magistral. Además, la presencia de esculturas de bulto redondo en el exterior, como las estatuas de divinidades y héroes, rompe con la idea de un espacio funerario cerrado. Este mausoleo es también una afirmación política: expresa el poder dinástico de Mausolo y el refinamiento cultural de Caria. Contrariamente a otros monumentos funerarios anteriores, aquí no se busca la intimidad ni el recogimiento, sino la visibilidad y la gloria eterna.

Entre sus aportaciones principales se encuentran:

  • La creación de una nueva tipología funeraria monumental.

  • La integración estructural entre arquitectura y escultura.

  • El uso simbólico de la verticalidad como metáfora de ascensión.

  • El impacto visual desde distintas perspectivas del entorno urbano.

A diferencia de los tholos o tumbas micénicas, el Mausoleo no se oculta bajo tierra ni se orienta hacia un inframundo. Más bien, se eleva al cielo, representando la inmortalidad del gobernante. Su influencia será enorme, y se reflejará en monumentos imperiales romanos como el Mausoleo de Augusto, y mucho más tarde en ejemplos modernos como el monumento a Víctor Manuel II en Roma. Por tanto, el Mausoleo de Halicarnaso es una obra total, una sinfonía de piedra y significado.


Conclusión. Mausoleo de Halicarnaso. Comentario

El Mausoleo de Halicarnaso no es solo una tumba colosal, sino un manifiesto arquitectónico y político, que resume la ambición estética, simbólica y cultural del mundo helenístico temprano. Efectivamente, representa la culminación de una tendencia a monumentalizar la muerte, pero también a utilizar el arte como instrumento de legitimación. Conjugando técnica griega, forma oriental y simbolismo egipcio, logró convertirse en uno de los edificios más célebres de la Antigüedad.

Posteriormente, influirá de manera decisiva en la arquitectura funeraria romana, en los mausoleos del Renacimiento y del Neoclasicismo, e incluso en monumentos civiles contemporáneos. Su estructura escalonada, su integración de columnas y esculturas, y su simbolismo ascensional continúan sirviendo de inspiración hasta hoy. Finalmente, su memoria arquitectónica sigue viva: incluso destruido, el Mausoleo de Halicarnaso permanece como modelo eterno de arte al servicio de la gloria.


Bibliografía. Mausoleo de Halicarnaso. Comentario

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  • Boardman, J. (1998). La escultura griega. El periodo clásico. Madrid: Alianza Editorial.

  • Valdés, F. (2000). La arquitectura clásica en Grecia. Barcelona: Ediciones Polígrafa.

  • García y Bellido, A. (2003). Arte y arquitectura en la Antigüedad clásica. Madrid: Ediciones Istmo.

  • Camp, J. (2003). La antigua Grecia: de la prehistoria al periodo helenístico. Madrid: Akal.

  • Wikipedia

 

 

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