LOS PUEBLOS CELTÍBEROS
“Los celtíberos proporcionan para la guerra no sólo hábiles jinetes, sino también soldados de infantería, excelentes por su vigor y valor. Visten éstos ásperos mantos negros, cuya lana se parece a la piel de cabra […]. Tienen entre ellos una costumbre peculiar: son limpios y cuidadosos en su vida diaria, pero observan una práctica que es vulgar y muy sucia: bañan con orina su cuerpo y limpian sus dientes con el mismo producto, pensando que es muy sano para el cuerpo. Los celtíberos son crueles con sus enemigos y adversarios, pero con los extranjeros se comportan muy dulce y amablemente.
Todos ruegan a los extranjeros que tengan a bien hospedarse en sus casas y rivalizan entre ellos en la hospitalidad. Aquellos a quienes prestan servicio los extranjeros gozan de gran predicamento y se les llama amados de los dioses. En cuanto a la comida, se alimentan de toda clase de carnes en gran abundancia. Como bebida utilizan vino mezclado con miel, ya que la región produce gran cantidad de este producto, aunque, en cuanto al vino, lo adquieren de los comerciantes que lo importan.”
Diodoro Sículo. Biblioteca Histórica.
Comentario de texto: Los pueblos celtíberos según Diodoro Sículo
Clasificación
Nos encontramos ante un fragmento procedente de la obra Biblioteca Histórica, escrita por Diodoro Sículo, historiador griego del siglo I a. C. El texto describe ciertos aspectos etnográficos de los pueblos celtíberos de la península ibérica. Por tanto, se trata de una fuente secundaria, aunque basada en observaciones o informes más cercanos a los hechos. Su contenido nos ofrece una imagen literaria y cultural de las poblaciones indígenas antes de la plena romanización.
El autor, Diodoro, fue un personaje público y literato, nacido en Sicilia, que escribió una ambiciosa obra de historia universal. El pasaje pertenece al contexto de la expansión romana en Hispania, particularmente durante los siglos III y II a. C., aunque la redacción corresponde al siglo I a. C.
El texto está geográficamente localizado en el interior peninsular, donde habitaban los celtíberos, un conjunto de pueblos de origen celta con fuertes influencias íberas. Su naturaleza es claramente histórico-literaria y etnográfica, con elementos descriptivos que buscan caracterizar a estos pueblos frente al mundo grecorromano.
En cuanto a su carácter, el texto es público, ya que estaba destinado a un público helenístico culto. Su intencionalidad es informativa, pero también contiene un claro interés moralizante y exotizante, típico de la literatura antigua sobre pueblos “bárbaros”.
Análisis
La idea principal del texto es ofrecer una descripción etnográfica de los celtíberos, destacando sus costumbres, apariencia y actitudes hacia la guerra y la hospitalidad.
Ideas secundarias:
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Como guerreros, son excelentes jinetes e infantes, fuertes y valientes.
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Como costumbre peculiar, practican una higiene que incluye el uso de orina, considerada saludable por ellos.
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En cuanto al trato con los extranjeros, son extremadamente hospitalarios y compiten entre sí por alojarlos.
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Sobre su dieta, consumen mucha carne y beben vino mezclado con miel, producto abundante en la región, aunque el vino lo importan.
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Ciertamente, el texto alterna admiración por ciertas costumbres con asombro o rechazo ante otras prácticas.
Comentario
El texto de Diodoro Sículo es una fuente de gran interés para el estudio de las culturas prerromanas en Hispania, particularmente los celtíberos. Su valor reside tanto en lo que dice como en la forma en que lo dice. Evidentemente, no se trata de un relato neutral, sino que refleja la visión grecorromana del “otro”, con todos los matices que implica.
En primer lugar, Diodoro destaca el carácter marcial de los celtíberos. Son presentados como guerreros eficaces y temibles, cualidad fundamental en un momento histórico donde el valor militar determinaba el estatus de un pueblo. Esta visión coincide con otras fuentes como Apiano o Livio, que también describen a los hispanos como combatientes duros y difíciles de someter.
A continuación, introduce una descripción de su vestimenta y hábitos, que enfatiza su rusticidad. El uso de “ásperos mantos negros” sugiere una economía pastoril, mientras que la comparación de la lana con piel de cabra refuerza su carácter salvaje. Más llamativo resulta el detalle sobre el uso de orina para higiene corporal y dental, práctica que aunque repugnante para los romanos, tenía antecedentes en la medicina popular antigua. Este detalle sirve como ejemplo típico de exotización, al destacar una práctica considerada bárbara o ridícula por el lector grecorromano.
Sin embargo, el tono cambia al referirse al comportamiento hacia los extranjeros. Aquí los celtíberos son presentados como hospitalarios y generosos, valores altamente apreciados en la ética clásica. La competición por acoger a los forasteros sugiere una forma de prestigio social basada en la generosidad, práctica común en sociedades de tradición oral y estructura tribal. Esto indica una fuerte cultura de la hospitalidad, que contrasta con su brutalidad en la guerra.
En cuanto a la alimentación, la descripción de su dieta destaca el consumo de carne en abundancia, signo de riqueza y fortaleza. La bebida de vino con miel, aunque importado, indica un contacto frecuente con comerciantes, lo que refuerza la idea de una sociedad no aislada, sino integrada en redes de intercambio mediterráneas. El dato sobre la miel, abundante en su territorio, añade una nota de especificidad ecológica y económica.
Desde un punto de vista metodológico, este tipo de texto plantea el reto de separar el dato etnográfico real del juicio cultural. Aunque Diodoro describe conductas y objetos reales, su interpretación está mediada por los valores de su época. Lo que para un celtíbero podía ser signo de higiene o de honor, para un griego podía ser visto como bárbaro o grotesco.
Igualmente, el texto nos informa indirectamente sobre el proceso de contacto entre romanos y pueblos hispanos. La existencia de comercio, la hospitalidad hacia forasteros y la convivencia con extranjeros son indicadores de una sociedad compleja, abierta a la interacción con el mundo mediterráneo. Lejos de ser un pueblo primitivo o salvaje, los celtíberos muestran elementos de organización, economía y cultura propios.
Conclusión. Los pueblos celtíberos
En conclusión, el fragmento de Diodoro Sículo ofrece un retrato denso y polifacético de los pueblos celtíberos. Aunque el autor adopta una visión externa y a veces caricaturesca, su descripción aporta datos valiosos sobre la forma de vida, creencias y relaciones sociales de estas comunidades.
A pesar de que el texto tiene una carga cultural fuerte, permite reconstruir aspectos fundamentales del mundo indígena peninsular antes de la romanización. La combinación de militarismo, hospitalidad y costumbres peculiares refleja una sociedad compleja, no exenta de contradicciones, pero integrada en las dinámicas del Mediterráneo occidental.
Desde una perspectiva historiográfica, este texto debe leerse con una mirada crítica, pero también con interés por los detalles que escapan al juicio moral del autor. Diodoro, sin proponérselo, nos revela la diversidad y riqueza de un mundo que Roma pretendía dominar, pero que antes debía conocer y comprender.
Bibliografía. Los pueblos celtíberos
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Diodoro Sículo. (s. I a. C.). Biblioteca Histórica.
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Blázquez, J. M. (1981). Los celtíberos: etnología y arqueología. Madrid: Ediciones Istmo.
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Álvarez-Sanchís, J. R. (2003). Los celtas y la Península Ibérica: etnicidad y arqueología. Madrid: Crítica.
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Ruiz Zapatero, G. (1998). Cultura y guerra en los pueblos prerromanos. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.
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Olmos, R. (2005). El mundo indígena prerromano. En Historia de España, coord. J. Fontana. Barcelona: Crítica.
- Wikipedia