“Mientras tanto, los pobres, las viudas y los huérfanos, despojados y oprimidos, habían llegado al extremo de desesperación que muchos, que pertenecían a familias conocidas y habían recibido una buena educación, se veían obligados a buscar refugio entre los enemigos del pueblo romano para no ser víctimas de injustas persecuciones. Iban a los bárbaros en busca de la humanidad romana, puesto que no podían soportar entre los romanos la inhumanidad bárbara. Aunque resultaban extraños por sus costumbres e idioma a los bárbaros, entre quienes se refugiaban, y aunque les chocaba su bajo nivel de vida, a pesar de todo, les resultaba más fácil acostumbrarse a las costumbres bárbaras que soportar la injusta crueldad de los romanos. Se ponían al servicio de los godos o de los bagaudas y no se arrepentían, pues preferían vivir libremente con el nombre de esclavos antes que ser esclavos manteniendo sólo el nombre de libres.”
Salviano, Sobre el gobierno de Dios.
CLASIFICACIÓN: Nos encontramos ante un texto de naturaleza historiográfica, ya que tiene su origen en la investigación histórica. Se trata de un fragmento de la obra Sobre el gobierno de Dios, cuyo autor fue Salviano, en torno al 450 d. C., se trata pues, de una fuente primaria por ser contemporáneo a los hechos descritos. Tiene una finalidad didáctica y divulgativa y su carácter es público destinada a un lector erudito.
ANÁLISIS: La idea principal del texto sería la llegada de los bárbaros a Hispania. En resumen, Salviano explica, como las clases más humildes del Imperio Romano, prefieren buscar refugio en los pueblos bárbaros, ante la opresión del gobierno romano, a pesar de tener que someterse a la esclavitud y tener que aceptar usos, lengua y costumbre menos civilizados.
COMENTARIO: Salviano, en su obra Sobre el gobierno de Dios, trata de explicar una explicación a la situación de crisis y decadencia en el Imperio Romano. La obra, dirigida a un público cristiano busca la explicación en argumentos religiosos.
En este sentido, Salviano, ve en la sociedad romana de su tiempo (s. V d. C.), una sociedad corrupta y de una gran decadencia moral. Salviano ve una sociedad divida entre ricos y pobres, es precisamente esta clase rica y poderosa, la condenada por Salviano, a la que califica como viciosa y sin virtud, que viven en el pecado, practican la gula y la lujuria, calificando a ciudades como Carthago o Aquitania de lupanares, la soberbia asistiendo a espectáculos obscenos en circos y en teatros o condenando a los pobres a la condición de siervos y también la avaricia, buscando siempre un mayor enriquecimiento a costa de los bienes y tierras de los campesinos humildes, es lo que Salviano llama la rapacidad de los ricos, con graves consecuencias económicas y sociales.
Además, los ciudadanos no encontraban protección en las leyes y en el estado, también corrompidos, donde acusa a no sólo a los altos cargos administrativos, sino también a los más bajos, de confiscar bienes y de una recaudación injustificada de impuestos, tachándolos de tiranos. Y dejando a los más desfavorecidos sin el amparo de las instituciones.
También acusa a las clases bajas de corruptas, a los que ve como ladrones y mentirosos y de baja condición moral, no obstante los exculpa, debido a que a veces roban para comer, y cometen actos impíos, pero al mismo tiempo están sometidos a la tortura y la flagelación.
Los bárbaros, entre los que se incluyen numerosos pueblos como suevos, alanos, vándalos, visigodos, burgundios, ostrogodos, alamanes o sajones, a pesar de su heterodoxia religiosa, ya que muchos abrazaron la herejía del arrianismo, y sus costumbres poco civilizadas, aparecen a sus ojos como hombres de virtud, destacando la castidad de los vándalos, la piedad de los godos, y en general la honestidad de todas las tribus bárbaras. Salviano, ve en los pueblos bárbaros un instrumento de Dios que tiene como finalidad acabar con la decadencia moral del Imperio Romano.
También habla de los bagaudas, que son unas tropas guerreras, que se rebelaron contra el Imperio Romano en varias ocasiones, y que estaban formadas por esclavos huidos, proscritos, campesinos sin tierra, que huyen de la opresión de instituciones como el colonato o el patrocinio, en definitiva de la servidumbre.
No es de extrañar, que Salviano, encuentre lógico que muchos de aquellos pertenecientes a clases humildes y algunos no tanto, prefieran huir a refugiarse a la “humanidad romana de los bárbaros”, antes que seguir a la merced de la “inhumanidad bárbara de los romanos”. O que se prefiera la libertad de la esclavitud dentro de los bárbaros, a la libertad esclava de la servidumbre.
A estas causas económicas y sociales, y la presión de los pueblos bárbaros a los que alude Salviano, habría que añadir el fin de la expansión territorial, la excesiva burocratización del Imperio o los problemas que el ejército. Para entender el fin del Imperio Romano y el comienzo de la Edad Media con unas características, sociales, religiosas, económicas y políticas que tienen su origen, precisamente en el bajo Imperio Romano.