“Los ejércitos musulmanes llegaron a Badajoz y se instalaron en sus alrededores. El señor de Badajoz, al-Mutawakkil, vino a su encuentro con víveres […]. Por un lado, los obispos y frailes salieron con sus cruces en alto […], por otro, Yusuf [el emir almorávide] y al-Mutamid [rey de Sevilla] exhortaron a los suyos, y los alfaquíes y las gentes religiosas sermoneaban a la gente y les animaban a ser firmes […]. Cuando llegó el jueves, se le ocurrió a Alfonso [VI] utilizar un ardid, y envió a decirle a al-Mutamid: “Mañana viernes es vuestra fiesta, y el domingo es la nuestra. Tenga lugar la batalla entre ambas, el sábado”. Al-Mutamid observó: “Se trata de una estratagema de Alfonso”. [El viernes] las tropas de Alfonso se echaron sobre al-Mutamid […], que empezó a flaquear […]. El primero de los generales almorávides que llegó junto a él, Daud, gran héroe, dio nuevo ánimo a al-Mutamid […]. Enseguida llegó el emir almorávide, Yusuf ibn Tasufin, y ambos cargaron juntos, en un ataque que decidió la victoria.”


Al-Himyari. Kitab ar Rawd al mitar. Compendio de noticias sobre Al-Ándalus (siglo XV).


batalla de zalaca o sagrajas
Batalla de Sagrajas o de Zalaca. Miniatura del Beato de Burgo de Osma (siglo XI)

CLASIFICACIÓN: Nos encontramos ante un fragmento de la obra Kitab ar Rawd al mitar, un compendio de noticias sobre Al-Ándalus recopilado por Al-Himyari en el siglo XV. Se trata de un texto de naturaleza historiográfica, ya que es fruto de la investigación histórica, lo podemos clasificar como fuente secundaria, puesto que su datación es muy posterior a la fecha del acontecimiento que narra, y su temática es bélica. Su finalidad es didáctica o divulgativa. Y está dirigido a un público culto.

ANÁLISIS: La idea principal que subyace en el texto son los prolegómenos de la Batalla de Zalaca o Sagrajas (1086). También encontramos ideas secundarias entre las que encontramos las siguientes:

La pedida de ayuda de las taifas musulmanas al imperio almorávide del norte de África. Tras la conquista de Toledo por Alfonso VI rey de Castilla y León en 1085, algunas taifas, como la de Zaragoza y la de Sevilla, de la cual era rey al-Mutamid piden ayuda a los almorávides. Estos desembarcan en la península Ibérica bajo el liderazgo de Yusuf ibn Tasufin, en el texto identificado como emir de los almorávides.

Otras de las ideas secundarias es la estratagema urdida por Alfonso VI, quien tras un encuentro de emisarios, propone como día de la batalla un sábado, por encontrarse entre la festividad religiosa musulmana (viernes) y la festividad religiosa cristiana (domingo). A pesar del acuerdo Alfonso VI lanza una ofensiva el viernes, tratando de aprovechar el factor sorpresa.

También podemos destacar otra idea como es el cariz de guerra santa o cruzada por parte de ambos bandos, que se refleja en el texto por la manifestación con cruces en alto por parte del bando cristiano, así como la participación de alfaquíes (estudiosos de la ley islámica) y otras gentes religiosas, animando a la participación en la guerra. 

Por último, se refleja la derrota de Alfonso VI frente a las tropas de Yusuf ibn Tasufin.

COMENTARIO: Tras la muerte del califa Hisham II (1013), comienza una guerra civil o fitna en el califato de Córdoba, el motivo era la existencia de varios bandos que pretendían el acceso al trono. En el 1031, el poder califal es eliminado y el territorio de al-Andalus dividido en un veintena de reinos de Taifas. El poder político y militar se desmembró, dividiéndose el territorio en lo que habían sido las antiguas provincias o koras del califato.

Las distintas taifas, lejos de mostrar unidad frente a la amenaza cristiana del norte, comenzaron una serie de luchas internas, intentando la conquista entre unas y otras. Estas luchas intestinas fueron aprovechadas por los reinos cristianos, que a cambio de apoyo o la renuncia a la guerra, exigían el pago de ingentes cantidades de dinero, lo que llamamos como parias. El pago de parias, terminó por debilitar aún más las taifas musulmanas, al tiempo que fortalecía a los reinos cristianos del norte. 

La conquista de Toledo, una de las taifas y ciudades más importantes de al-Andalus en 1085 por Alfonso VI, marcó un punto de inflexión, que hizo ver la gran debilidad que tenían las taifas frente a los reinos cristianos. Ante esta situación el rey de Sevilla, al-Mutamid, y el Mérida y el de Zaragoza entre otras taifas, acudieron en busca de ayuda, del imperio almorávide, un poder político emergente en el norte de África.

Yusuf ibn Tasufin, desembarcó en la península y se enfrentó a Alfonso VI derrotándolo en la batalla de Zalaca o Sagrajas (1086), a partir de este momento, los almorávides comienzan una campaña de conquista del territorio andalusí, terminando por unificar  políticamente la región de al-Ándalus.

El poder almorávide apenas se sostuvo unos 65 años, presionado por los reinos cristianos del norte, así como el nuevo poder almohade, cada vez más fuerte en el norte de África, terminó por sucumbir, dando lugar a una nueva desmembración de la unidad política andalusí, en lo que conocemos segundos reinos de taifas en 1145. Poco después, el desembarco de los almohades, volvería a unificar el estado andalusí hasta la batalla de las Navas de Tolosa en 1212.

CONCLUSIONES: Podemos subrayar la autenticidad del texto, en el sentido en el que describe los hechos acontecidos con cierta exactitud. También de su objetividad, ya que no se aprecia ninguna otra intención diferente a la mera información de los hechos. Su interés radica en permitirnos conocer los acontecimientos que dieron lugar a la instauración del estado unificado almorávide en la península Ibérica y el final del primer periodo de reinos de taifas.