IDENTIFICACIÓN: Nos encuentramos ante una imagen del conocido como El Alcalde del Pueblo, encontrada por el egiptólogo francés Auguste Mariette en una mastaba cerca de Menfis en el siglo XIX. La talla en madera data en torno al 2400 a. C. perteneciente a la Dinastía V dentro del Imperio Antiguo. De autor desconocido, hoy se encuentra en el Museo Arqueológico de El Cairo.
![]() |
El Alcalde del Pueblo
(Museo Arqueológico de El Cairo) |
DESCRIPCIÓN: Se trata de una talla en madera de sicomoro, de bulto redondo en actitud propia o de pie, de unos 112 cm de altura. Además incluye incrustaciones de cristal y obsidiana. La estatua es inusualmente grande para tratarse de una talla en madera y debemos indicar que los brazos fueron ensamblados posteriormente. La escultura estaría cubierto con una capa de estuco sobre Conocida con el nombre que le dieron los trabajadores de la excavación “Cheid – El Beled” o “El alcalde del pueblo”, en realidad se trata un jefe de los sacerdotes llamado Kaaper. La representación muestra un hombre, con una de las piernas adelantadas, vestido con el faldellín con un amplio pliegue que sólo observar en su amplitud si la miramos de perfil. En el brazo izquierdo es posible que portar algún estandarte o una vara con símbolos de su posición social, hoy no conservado y sustituido por una vara. No existen otros detalles de ostentación de posición social.
ANÁLISIS FORMAL: Esta escultura forma parte del grupo iconográfico de estatuaria cortesana, que aunque participa de algunas características del grupo de estatuaria real, se aleja principalmente por dotar a los personajes de un mayor realismo. Seguramente, porque estos no están emparentados a los dioses y por tanto, no requieren del mismo grado de idealización. Podemos observar ciertos convencionalismos comunes en toda la escultura del Antiguo Egipto como la aplicación de la Ley de la Frontalidad, la Ley de la Simetría, cierto hieratismo en el rostro. No obstante, nos encontramos con una escultura más amable y más naturalista que las que representan a los faraones. Se observa en el cuerpo orondo y más bien flácido, así como una cara oronda con papada, que refleja a un hombre bien alimentado como corresponde a su posición social. Su gesto altanero y su mirada al frente, tratan de reflejar cierto tratamiento psicológico del personaje, ayudando a conseguir un rostro más realista las líneas de betún alrededor de los ojos y las incrustaciones de cristal y obsidiana de los mismos. Además, de la pierna adelantada que podemos observar también en esculturas reales como la Triada de Mikerinos, observamos un escorzo en el brazo izquierdo que rompe con la concepción de bloque y dota de más dinamismo y naturalidad a la escultura.
FUNCIÓN Y SIGNIFICADO: Esta escultura del Jefe de los Sacerdotes Kaaper, fue encontrada en la mastaba de Kaaper, por lo que suponemos que su función era representar al Ka’ o parte material del alma, a la que se uniría el Ba’ o alma humano, para presentarse a la psicostasis donde se llevaría a cabo el pesaje de la ánimas que sería el paso previo a la vida eterna. Además podemos suponer que este tipo de esculturas también servían para representar el estatus o posición social del personaje.
COMENTARIO: La escultura del Antiguo Egipto la podemos dividir en dos grandes grupos iconográficos: la estatuaria real y la estatuaria privada o cortesana. Ambos grupos participan de una serie de convencionalismos como el empleo de la Ley de la Frontalidad, la Ley de la Simetría, la reducción a formas geométricas puras y una expresión hierática. Sin embargo, se dan tratamientos distintos, que diferencian a una escultura oficial, mucha más idealizada y convencionalizada de una escultura privada mucho más amable, naturalista o incluso realista. El Alcalde del Pueblo constituye uno de los ejemplos paragdimáticos de este tipo de escultura privada, junto con otras obras también importantes como El Escriba Sentado. Estas características se mantuvieron inalterables a lo largo de los 3000 años en los que se prolongaría la civilización del Antiguo Egipto, y sin duda, traspasaron fronteras influyendo incluso a la escultura arcaica griega.