LA CRISIS DEL 98. COMENTARIO DE TEXTO
“Dado que, a corto plazo, la crisis del 98 no provocó cambios sustanciales, pareció que el país había interiorizado la derrota con irresponsable indiferencia y alegre pasividad…. Pero no fue así. Primero, el 98 provocó, principalmente en el ámbito intelectual, una profunda conciencia nacional, una intensa reflexión sobre España y su significación en la historia, que se plasmó en una producción literaria, ensayística y artística de gran calidad (la obra de Unamuno, Baroja, Azorín, Maetzu, Valle Inclán, Machado, la pintura de Zuloaga, más la producción de los “epígonos” del 98: Ortega, Marañón, Azaña, Pérez de Ayala, Sola, etc.) que condicionó de forma decisiva la vida cultural española a lo largo de todo el siglo XX.
Segundo, el 98 generó exigencias de cambio, de reformas, de regeneración, por decirlo con la palabra de entonces en boga, que tuvo en Joaquín Costa a su principal teorizador (…).
Tercero, el 98 coincidió con la irrupción de los nacionalismos periféricos en la política española. Arana, el líder del nacionalismo vasco, fue elegido diputado a la Diputación de Vizcaya en septiembre de 1898. La Lliga Regionalista entró en el Parlamento español con cuatro diputados a raíz de las elecciones de 1901. Solidaritat Catalana (…) logró en las de 1907, 41 de los 44 escaños en Cataluña. La cuestión catalana cambió la política; reveló la mala vertebración del Estado español (…).
El 98 reveló, pues, las limitaciones del régimen de 1876, fijó además parte sustancial de la agenda de cuestiones que iban a interesar a los españoles durante buena parte del siglo XX”
Fusi, J.P. y Palafox, J: España 1808-1996. El desafío de la modernidad. Madrid, España. 1997
La crisis del 98. Comentario
Comentario de texto
Fusi, J. P. y Palafox, J.: España 1808-1996. El desafío de la modernidad. Madrid, 1997
Clasificación
Nos encontramos ante un texto de tipo historiográfico, extraído de la obra España 1808-1996. El desafío de la modernidad, escrita por Juan Pablo Fusi y Jordi Palafox, y publicada en 1997. El fragmento analiza las repercusiones de la llamada crisis del 98, acontecimiento marcado por la pérdida de las últimas colonias españolas: Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
La fuente es secundaria, ya que no es contemporánea a los hechos narrados. Además, su naturaleza es historiográfica y analítica, por tratarse de una interpretación basada en fuentes y estudios previos. El texto tiene un carácter público, pensado tanto para lectores especializados como para un público general interesado en la historia de España.
En cuanto al contexto, se sitúa a finales del siglo XIX, dentro del sistema político de la Restauración (1874-1931). El texto destaca tres consecuencias fundamentales: el surgimiento de una intensa reflexión intelectual, el impulso al regeneracionismo y el auge de los nacionalismos periféricos. Evidentemente, su intención es explicativa y formativa, no solamente para relatar hechos, sino para comprender sus implicaciones a largo plazo.
Análisis
La idea principal del texto es que la crisis de 1898, lejos de ser una simple derrota militar, provocó una profunda transformación cultural, ideológica y política en España. A pesar de que no generó reformas inmediatas, sí modificó decisivamente la percepción del país sobre sí mismo.
Entre las ideas secundarias se incluyen:
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A corto plazo, la derrota no produjo reformas estructurales, lo que transmitió una falsa imagen de indiferencia social.
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No obstante, se desarrolló una intensa reflexión intelectual sobre la identidad nacional, canalizada por autores como Unamuno, Baroja o Machado.
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Adicionalmente, surgió el movimiento regeneracionista, encabezado por Joaquín Costa, que propuso cambios educativos, sociales y políticos.
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En paralelo, se intensificaron los nacionalismos periféricos, especialmente en el País Vasco y Cataluña, que manifestaron el fracaso del modelo centralista.
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Finalmente, el 98 puso en cuestión la estructura del régimen de la Restauración, lo cual repercutió en toda la política del siglo XX.
Comentario
El texto de Fusi y Palafox revela que el 98 fue un parteaguas en la historia española. Aunque la crisis no se tradujo de inmediato en reformas políticas profundas, sí desencadenó reacciones culturales e ideológicas de gran calado.
Así como en otros países las derrotas imperiales propiciaron revoluciones o rupturas de régimen, en España el 98 generó primero una ola de introspección crítica. De hecho, los autores mencionan a figuras como Unamuno, Azorín o Valle-Inclán, quienes revalorizaron el pasado y cuestionaron los valores que habían sostenido el Estado liberal. Esta corriente, conocida como Generación del 98, fue decisiva para el desarrollo del pensamiento español posterior.
A la misma vez, la crisis estimuló la aparición del regeneracionismo, que exigía modernización institucional. Costa, con su lema “escuela y despensa”, reclamaba educación pública de calidad y justicia social como fundamentos de un nuevo proyecto nacional.
Con relación a los nacionalismos, el 98 coincidió con la irrupción parlamentaria de los vascos y catalanes, simbolizada por Arana y la Lliga Regionalista. Por consiguiente, se evidenció el débil encaje territorial de España. Así mismo, estas demandas regionales marcaron el debate político durante todo el siglo XX.
Como resultado, la crisis del 98 no solo cerró una etapa colonial, sino que abrió un ciclo de tensiones ideológicas, territoriales y sociales. El texto deja claro que estas transformaciones fueron más profundas que las visibles a primera vista. A fin de cuentas, la derrota militar fue el catalizador de un debate sobre la identidad nacional y el futuro del Estado.
Conclusión. La crisis del 98
En definitiva, este fragmento demuestra que el desastre del 98 fue mucho más que una pérdida imperial. Aunque el sistema político no colapsó, sí se desencadenaron cambios de enorme relevancia en los planos cultural, ideológico y político.
Evidentemente, surgieron nuevos actores políticos, nuevas ideas y nuevas formas de pensar España. Además, el nacionalismo periférico encontró un contexto propicio para crecer. Por eso, la crisis de 1898 debe entenderse como un momento clave en la reconfiguración del proyecto nacional español.
En conclusión, el texto de Fusi y Palafox no solo ayuda a comprender los hechos, sino que invita a reflexionar sobre las raíces de los desafíos contemporáneos, muchos de los cuales siguen presentes. Lógicamente, entender el 98 permite entender el siglo XX español.
Bibliografía. La crisis del 98
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Fusi, J. P., & Palafox, J. (1997). España 1808-1996. El desafío de la modernidad. Madrid: Taurus.
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Álvarez Junco, J. (2001). Mater Dolorosa. La idea de España en el siglo XIX. Madrid: Taurus.
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Tuñón de Lara, M. (1973). La España del siglo XIX. Madrid: Laia.
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Casanova, J. (2007). República y guerra civil. Madrid: Crítica.
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Ben-Ami, S. (1985). El cirujano de hierro: La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Madrid: Turner.
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Desastre de Cuba (Caricatura de 1898 en un Períodico Norteamericano) |