Pintura Roca de los Moros. Cogull


La roca de los Moros de Cogull


Clasificación

La pintura rupestre conocida como la Roca de los Moros, ubicada en el municipio de El Cogull, en la provincia de Lleida, pertenece al estilo de arte levantino prehistórico. Esta manifestación pictórica fue realizada por sociedades del Epipaleolítico y del Neolítico, aproximadamente entre el 6000 y el 2000 a.C. Las figuras fueron representadas en un abrigo rocoso utilizando pigmentos minerales, sin firma de autor, como corresponde a una expresión colectiva y anónima. Desde 1998, el conjunto forma parte del “Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica”, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. A pesar de los efectos del tiempo, su estado de conservación es razonable gracias a trabajos recientes de restauración y protección.


Descripción

La escena principal de la Roca de los Moros es figurativa y simbólica. Representa un grupo de once figuras humanas, en su mayoría femeninas, que parecen participar en una danza ritual. Las mujeres lucen faldas acampanadas y elevan los brazos, sugiriendo un movimiento armónico. Junto a ellas aparece una figura masculina de mayor tamaño y con un falo destacado, lo cual introduce un elemento de carácter sexual o fecundador. También se incluyen animales como un ciervo y un bóvido, así como signos lineales cuya interpretación no es definitiva. El soporte es rocoso y los pigmentos utilizados, de tonos rojizos y negros, fueron aplicados posiblemente con los dedos o pinceles rudimentarios. Así, la escena ha sido interpretada como una representación ritual vinculada a la fertilidad o al culto colectivo.


Análisis

La línea es el elemento predominante en la construcción de las figuras. Ciertamente, no hay modelado ni uso de sombras, y el color queda supeditado a la silueta. Las figuras se definen con contornos seguros, aunque simplificados, y no se persigue una representación anatómica precisa.

El color se presenta en tonos planos, principalmente rojos, sin matices ni mezclas. Estos colores tienen un valor simbólico más que naturalista. El volumen no se representa ni mediante sombreado ni mediante superposición de tonos. Así, la imagen carece de tridimensionalidad, lo cual es coherente con la función expresiva y no mimética de este arte.

La perspectiva está ausente: las figuras aparecen organizadas sin una lógica espacial coherente, y no existe un fondo definido. En cambio, la composición es abierta y se adapta a la superficie de la roca. A pesar de ello, la escena principal parece tener una cierta organización interna basada en la danza y la relación entre los personajes.

El movimiento es uno de los aspectos más destacados de esta obra. Las posturas de los personajes, especialmente las figuras femeninas, sugieren dinamismo y ritmo. Sus brazos alzados, faldas abiertas y disposición circular evocan una coreografía ritual. La expresividad, aunque esquemática, es evidente en los gestos y en la disposición de los cuerpos. Así, la escena transmite una fuerte carga simbólica, que puede vincularse a ideas de fecundidad, cohesión grupal o culto a la naturaleza.


Comentario

El arte levantino, al que pertenece la Roca de los Moros de Cogull, marca una transición entre el mundo paleolítico y las nuevas sociedades agrícolas. Aparece en el arco mediterráneo ibérico y se caracteriza por representar escenas dinámicas donde el ser humano cobra protagonismo. Así, a diferencia del arte paleolítico centrado en grandes animales y espacios interiores, este nuevo arte se desarrolla en abrigos abiertos y presenta escenas de interacción social.

La función de estas pinturas es diversa. Aunque pueden tener un carácter narrativo, muchas han sido interpretadas como representaciones rituales. En el caso de la Roca de los Moros, la escena de danza femenina ha sido asociada con ritos de fertilidad, celebraciones comunitarias o prácticas chamánicas. La presencia del personaje masculino y la disposición de los cuerpos refuerzan estas lecturas. Asimismo, la inclusión de signos y animales sugiere una dimensión simbólica más compleja.

Entre los rasgos estilísticos del arte levantino destacan:

  • Figuras humanas estilizadas y activas

  • Escenas narrativas o rituales

  • Uso de colores planos (rojo y negro)

  • Composiciones libres, sin perspectiva

  • Presencia tanto de humanos como de animales

Obras comparables se encuentran en los abrigos de Valltorta, Remigia o Alpera, pero la Roca de los Moros de Cogull destaca por su singularidad temática. En efecto, es una de las pocas escenas con predominio absoluto de figuras femeninas en un contexto colectivo. Además, presenta una notable carga simbólica que la convierte en referencia fundamental del arte rupestre europeo.

En cuanto a los autores, no se trataba de artistas individuales, sino de comunidades. El arte se integraba en sus prácticas rituales, educativas o simbólicas. El hecho de que estas obras hayan perdurado milenios demuestra su importancia cultural. También revela un alto grado de sofisticación simbólica, aunque sus técnicas fueran simples.

Finalmente, cabe señalar que este arte, aunque lejano en el tiempo, ha influido indirectamente en la mirada contemporánea sobre lo ancestral. Movimientos como el surrealismo o el arte bruto revalorizaron estas manifestaciones por su fuerza simbólica y su expresión directa.


Conclusión. Comentario Roca de los Moros

La Roca de los Moros de Cogull constituye una de las obras más representativas del arte prehistórico europeo. No solo por su valor estético, sino por lo que revela sobre la vida simbólica de las comunidades humanas en el Neolítico. Su escena central introduce una narrativa rica en connotaciones sociales, religiosas y de género.

Su mayor aportación es haber situado al ser humano en el centro de la representación artística. Mientras el arte paleolítico veneraba al animal, el arte levantino venera al grupo humano, sus gestos, sus rituales y su mundo emocional. Esta evolución refleja un cambio profundo en la cosmovisión de nuestros antepasados.

Aunque no tuvo una influencia directa en el arte posterior, la Roca de los Moros ha sido fundamental en los estudios de arqueología, antropología y simbología. Su redescubrimiento y conservación ha permitido a investigadores y artistas del siglo XX y XXI establecer nuevas relaciones con lo ancestral.

Concluyendo, esta obra es mucho más que una pintura rupestre. Es una manifestación perdurable de pensamiento simbólico, de conexión con lo sagrado y de expresión colectiva. Su mensaje, aunque cifrado, sigue resonando en nuestra comprensión del arte y de la humanidad.


Bibliografía. Comentario Roca de los Moros

  • Almagro-Gorbea, M. (1993). Arte rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica. Madrid: CSIC.

  • Beltrán Martínez, A. (1972). El arte rupestre levantino. Zaragoza: Institución Fernando el Católico.

  • Ripoll López, S. (1998). El arte rupestre prehistórico en España. Madrid: Sílex.

  • González Morales, M. R. (2000). Arte prehistórico en la Península Ibérica. Madrid: Akal.

  • Utrilla Miranda, P. (2004). Los orígenes del arte en la Península Ibérica. Zaragoza: Institución Fernando el Católico.

  • Wikipedia
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