Venus de Laussel Comentario

Venus de Laussel Comentario


Comentario Venus de Laussel


Clasificación

La Venus de Laussel, también conocida como “La Dama del Cuerno”, es una obra escultórica del Paleolítico Superior, concretamente del periodo Gravetiense, datada entre 30.000 y 25.000 a.C. Fue descubierta en el año 1911 por el doctor Jean-Gaston Lalanne en un abrigo rocoso en Laussel, cerca de la comuna de Marquay, en la región francesa de Dordoña. A diferencia de otras venus paleolíticas, no se trata de una figura en bulto redondo sino de un bajorrelieve esculpido en la pared caliza del abrigo. Su altura alcanza los 46 centímetros, convirtiéndola en una de las más grandes de su categoría. Actualmente se encuentra en el Museo de Aquitania, en Burdeos. Es un ejemplo excepcional del arte parietal no rupestre, y por su iconografía se asocia claramente a temas simbólicos relacionados con la fertilidad y el ciclo vital.


Descripción

La figura femenina aparece de perfil, con el cuerpo levemente curvado, sosteniendo en su mano derecha un cuerno o cornucopia que tiene 13 incisiones. Aunque la interpretación es debatida, esas marcas podrían simbolizar el ciclo lunar, vinculado con el ciclo menstrual. Como en otras venus, destacan los atributos sexuales: senos prominentes, caderas y nalgas amplias, y vientre abultado. A diferencia de muchas otras figuras paleolíticas, esta escultura conserva indicios de rostro, aunque esquemático.

Aún más relevante es el gesto de sostener un objeto: es una de las pocas venus que interactúa con un símbolo adicional, lo cual le da un carácter narrativo y posiblemente ritual. Las piernas están apenas insinuadas y no hay representación de los pies. El cuerpo parece envuelto en una especie de capa o peinado largo, tallado con finas incisiones que podrían representar cabellos. Igualmente, se han detectado restos de ocre rojo, lo cual refuerza la hipótesis de su uso simbólico o ceremonial. A pesar de ser un relieve, su forma transmite gran corporeidad y volumen visual.


Análisis

La Venus de Laussel muestra un volumen rotundo, logrado a través del modelado en bajorrelieve que permite una percepción tridimensional a pesar de estar tallada en una superficie plana. El movimiento del cuerpo se sugiere mediante la curvatura del torso y el gesto del brazo que sostiene el cuerno, lo que rompe la rigidez característica de otras esculturas contemporáneas.

La composición es equilibrada, estructurada en torno a un eje vertical marcado por la postura del cuerpo, pero también con un claro eje diagonal gracias a la inclinación del cuerno, lo que genera dinamismo. La proporcionalidad sigue las convenciones simbólicas del arte gravetiense: énfasis en los atributos sexuales, reducción de los elementos no esenciales, como manos, pies y rostro. Las texturas están bien diferenciadas: la piel es lisa, mientras que el cabello o velo y el cuerno presentan incisiones.

El color original de la piedra caliza ha sido alterado por la aplicación de pigmento ocre, evidencia clara de su uso ritual. La expresividad no reside en la mímica facial, sino en la relación simbólica entre cuerpo y objeto. Esta conjunción potencia su función comunicativa: representa no solo una mujer, sino una idea arquetípica vinculada a la fertilidad y el ciclo de la vida.


Comentario

El estilo Gravetiense se desarrolló entre 28.000 y 22.000 a.C., durante el Paleolítico Superior, y se extendió por gran parte de Europa, especialmente en regiones como Francia, Austria, Chequia y Rusia. Las culturas gravetienses eran comunidades de cazadores-recolectores que, pese a su movilidad, desarrollaron sistemas simbólicos complejos. En este contexto surge un conjunto de esculturas y relieves femeninos conocidos como “venus paleolíticas”.

La función de estas esculturas ha sido objeto de múltiples interpretaciones. Sin embargo, en el caso de la Venus de Laussel, el añadido del cuerno con marcas talladas aporta una dimensión suplementaria. Así pues, además de representar un ideal simbólico de fertilidad, parece haber tenido una función calendárica o astronómica, aludiendo probablemente a la luna como símbolo cíclico femenino.

Entre los rasgos distintivos de este estilo se encuentran:

  • Representación abstracta del cuerpo femenino, centrada en su función reproductiva.

  • Uso de materiales naturales (piedra, hueso, marfil) y aplicación de pigmentos.

  • Forma portátil o tallada en roca, según el contexto.

  • Carácter no narrativo, pero altamente simbólico.

Aunque los autores de estas esculturas son anónimos, la calidad de las piezas indica una tradición técnica bien desarrollada, transmitida por generaciones. En comparación con otras figuras, como las de Willendorf o Dolní Věstonice, la de Laussel destaca por su integración en un entorno rocoso y por incluir un objeto simbólico (el cuerno) que refuerza el contenido iconográfico.

Dentro de las obras escultóricas paradigmáticas del arte paleolítico se incluyen:

  • Venus de Willendorf (Austria).

  • Venus de Lespugue (Francia).

  • Venus de Dolní Věstonice (Chequia).

  • Venus de Grimaldi (Italia).

Estas figuras, como la de Laussel, revelan la existencia de un lenguaje visual común entre distintos grupos humanos, que compartían símbolos relacionados con la fecundidad, la mujer y los ciclos de la naturaleza.


Conclusión. Comentario Venus de Laussel

La Venus de Laussel representa una obra excepcional dentro del repertorio escultórico paleolítico. Su importancia no radica únicamente en su calidad técnica o su volumen, sino en el mensaje simbólico que transmite. La asociación del cuerpo femenino con el cuerno y las marcas incisas revela una comprensión profunda del ciclo lunar y su relación con la fertilidad. Es, sin duda, una de las representaciones más complejas y elocuentes de su época.

Su influencia ha sido reconocida por artistas contemporáneos y estudiosos del simbolismo. Aún más, su inclusión en el arte parietal paleolítico muestra cómo estos pueblos no solo decoraban los lugares de habitación o rituales, sino que también articulaban sus creencias a través de imágenes poderosas, legándonos un testimonio visual de una espiritualidad ancestral.


Bibliografía. Comentario Venus de Laussel

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  • Cohen, C. (2003). La mujer de los orígenes: imágenes de la mujer en la prehistoria occidental. Madrid: Ediciones Cátedra.

  • González Echegaray, J. (1990). Arte prehistórico en la Península Ibérica. Madrid: Historia 16.

  • Leroi-Gourhan, A. (1995). El arte rupestre: arte e imagen en la Prehistoria. Madrid: Ediciones Istmo.

  • Balbín Behrmann, R. de. (2000). La escultura paleolítica en Europa. Santander: Ediciones Tantín.

  • Wikipedia