DESCRIPCIÓN: Nos encontramos ante una imagen de la Cueva de Monte Castillo, situada en Puente Viesgo en Cantabria. Es uno de lo ejemplos más destacados del Arte Rupestre en la Península Ibérica y forma parte del Patrimonio de la Humanidad desde el 2008. Fue descubierta en el año 1903 por Alcalde el Río, uno de los primeros investigadores del Arte Rupestre, hoy en día sus pinturas siguen siendo motivo de discusión entre prehistoriadores y antropólogos. Su datación corresponde al periodo Magdaleniense entre el 17.000 y el 10.000 a. C. Y aparecen representadas una diferentes formas geométricas, que se han dado a conocer como objetos tectiformes.
ASPECTOS MATERIALES Y TÉCNICOS:A la hora de hablar de los aspectos materiales y técnicos debemos centrar la atención en la localización de la pintura, es habitual en las pinturas paleolíticas, que se buscasen lugares cerrados y poco accesibles, encontrándose habitualmente en las zonas más profundas y recónditas de la cueva. A menudo en zonas de difícil acceso también, como esta cueva que se encuentra a unos 465 metros de altitud y alejada, casi con total seguridad, del asentamiento habitual. Esto ha propiciado en gran medida un buen estado de conservación. En cuanto a la técnica es posible que utilizaran varios procedimientos como el grabado sobre la roca y la pintura, los objetos representados aparecen dibujados en un rojo intenso obtenido seguramente a partir de óxido de hierro que habría sido reelaborado para su utilización con grasa animal o resinas como aglutinante. Seguramente su aplicación se realizaría directamente con los dedos aunque es posible que se utilizaran pinceles rudimentarios realizados con pelo animal.
ANÁLISIS FORMAL: Cómo podemos observar, podemos dividir los signos encontrados en dos grandes grupos, el primero trataría de formas más o menos cuadrangulares con una serie de divisiones internas, que se han denominado normalmente como “tectiformes” porque se pensaba que se trataba de representaciones de cabañas, aunque el Abate Breuill desde una investigación temprana arroja la idea de que se pudiera tratar de trampas, bien para animales, bien para espíritus. Otro segundo grupo de signos, son los representados por una serie de trazos dobles que es posible que representan huellas de animales. En cualquier caso, se hace difícil dar una interpretación concreta, por lo que hoy en día, en el estudio de estas pinturas se abandonas, los conceptos como “tectiforme” para llamarlos generalmente signos o ideomorfos. Se disponen en una composición horizontal, aunque también se llenan otros espacios de la cueva, aunque sin orden aparente, una visión de conjunto deja adivinar cierto ritmo en la composición, con la alternancia de figuras “tectiformes” con los de los pequeños signos dobles. Lo que parece claro, es que desde el comienzo del Arte Rupestre, y junto a la representación figurativa de animales, hubo en los artista un profundo grado de abstracción.
FUNCIÓN Y SIGNIFICADO: Cómo hemos dicho anteriormente, resulta difícil explicar la función o el significado que tenían estos motivos en una sociedad cazadora-recolectora como la Magdaleniense. Sin embargo, nos remitiremos a las dos grandes interpretaciones que suelen utilizarse para el Arte Paleolítico. En primer lugar, nos encontramos con la interpretación del Abate Breuill, que parece ver, en estas extrañas formas, la representación de trampas, lo que le confiere un sentido mágico-religioso, es posible que se tratara de trampas que trampas que trataran de retener el espíritu de los animales, y lo que daría sentido a los pequeños signos que identifica como huellas, en este sentido, sería una magia propiciatoria para la caza. En otro sentido, más abstracto, estaría la interpretación de Leroi Gourhan, quien en un ejercicio de abstracción, trata de reducir estas formas, a formas geométricas abiertas y cerradas que identificaría con los órganos sexuales masculinos y femeninos, siendo más bien un culto a la fertilidad. Lo que sí podemos afirmar con seguridad, es que junto con el arte figurativo o naturalista, desde el nacimiento del arte, se transmitieron estos símbolos o signos abstractos que representan una tradición iconográfica muy elaborada y que corresponden a un mundo de ideas, hoy sin determinar.
COMENTARIO:Las cuevas cantábricas y del Sur de Francia, fechadas en el periodo Magdaleniense, son una de las primeras manifestaciones artísticas del ser humano. En plena glaciación Würm (35.000-9.000) la naturaleza era para el hombre un medio hostil, con un clima frío y obligado a continuos desplazamientos para encontrar presas de caza. Las pinturas de la cueva Monte Castillo es un ejemplo más de cómo el hombre trató de expresar sus inquietudes, quizá el culto a los animales, a la fertilidad y lo más sorprendente es quizá como la abstracción, entendido como la proyección de un símbolo o una idea, aparece vinculada al ser humano y como una forma de expresión de éste, desde los albores del arte, Leroi Gourhan, consideraba estos signos como una de las manifestaciones más impresionantes del Arte Paleolítico en el plano intelectual.