Cliserie Teide

Cliserie Teide


CLISERIE TEIDE. Comentario


IDENTIFICACIÓN

La ilustración presenta una cliserie, un gráfico que muestra la disposición escalonada de la vegetación según la altura en diferentes niveles bioclimáticos. Específicamente, esta cliserie representa la vegetación del Teide. Esto se deduce por la topografía, con una altitud superior a los 3700 metros.

Los contenidos de este ejercicio práctico se pueden relacionar con los saberes básicos de 1º ESO de la materia Geografía e Historia, y también, con los saberes básicos de la materia de Geografía de 2º de Bachillerato. (Aquí es necesario que citemos el decreto u orden de currículo de nuestra Comunidad Autónoma).


ANÁLISIS

El gráfico presenta una cliserie que divide la montaña en diferentes niveles, cada uno distinguido por colores que se relacionan con distintas especies vegetales. Las formaciones vegetales se identifican mediante símbolos y nombres en una leyenda lateral. El eje vertical muestra la altitud en incrementos de 500 metros, desde el nivel del mar hasta la cima de la montaña, aproximadamente a 3500 metros. Adicionalmente, se indican las direcciones Norte (umbría) y Sur (solana), que muestran una disposición asimétrica, que se explica porque la ladera norte recibe menos insolación y está más expuesta a masas de aire húmedo que la ladera sur. A continuación, examinaremos la distribución de las plantas en los diferentes niveles de altitud y en ambas laderas, que muestran una simetría total.

El relieve de las islas Canarias ha dado lugar a una disposición escalonada de la vegetación según la altitud:

Piso Basal (0-400 m): marcado por altas temperaturas y aridez, dominan especies como el cardón (Euphorbia canariensis) y la tabaiba (Euphorbia balsamifera). Cerca del mar, se encuentran plantas halófilas como el tamarindo (Tamarix canariensis), adaptadas a la salinidad del suelo.

Piso intermedio (400-600 m): con mayor humedad y temperaturas suaves, encontramos especies endémicas como el drago (Dracaena draco) y la palmera canaria (Phoenix canariensis), junto con especies mediterráneas como la sabina (Juniperus turbinata) y el lentisco (Pistacia lentiscus). Estas especies comienzan a aparecer en torno a los 300 metros en la ladera norte, con temperaturas más moderadas y más húmedas.

Piso montano termocanario (600-1500 m): presenta temperaturas más frescas y mayor humedad debido a los vientos alisios. En la ladera norte se distinguen dos formaciones características, adaptadas a temperaturas frescas y una gran humedad como la laurisilva, formación densa y con especies como el laurel (Laurus novocanariensis), el viñátigo (Persea indica), el til (Ocotea foetens) y el naranjo salvaje (Citrus medica); y el fayal-brezal, una formación arbustiva que surge de la degradación de la laurisilva. Mientras que en la ladera sur predomina el pino canario.

Piso montano mesocanario (1500-2200 m): la aridez es notable y domina el pino canario (Pinus canariensis), formando bosques poco densos con sotobosques de jaras (Cistus spp.), tomillos (Thymus spp.) y retamas (Retama spp.).

Piso supracanario (> 2200 m): el clima es frío y árido, con escasa vegetación. Se caracteriza por una desnudez acusada, debido a las bajas temperaturas invernales, a la sequedad del aire, al viento y a la fuerte insolación, que impiden el crecimiento de los árboles. El piso está dominado por el matorral de alta montaña, como la retama y el codeso, que son formaciones bajas, de raíces muy desarrolladas, reducido tallo, espinas y riqueza florística muy acusada. En el Teide, desde los 3 100 metros, destaca la violeta del Teide (Viola cheiranthifolia) y especies rupícolas como musgos y líquenes.


COMENTARIO

El archipiélago Canario se localiza en la región macaronésica, caracterizada por la combinación de especies mediterráneas con otras de origen tropical y atlántico. Este aislamiento ha propiciado la aparición de numerosas especies endémicas y relictas adaptadas a paleoclimas o climas pasados.

En España, la región macaronésica solo se encuentra en el archipiélago Canario, aunque en Europa también se extiende a las islas de Azores y Madeira. La distribución de la vegetación en el Teide se debe al dominio del clima subtropical, con precipitaciones escasas y temperaturas altas durante todo el año. Además, se explica por la influencia de otros factores geográficos y ambientales como:

  • Altitud: Es el factor principal que determina la cliserie. A medida que aumenta la altitud, las condiciones climáticas cambian drásticamente, afectando la temperatura, la humedad y la radiación solar.

  • Clima: La altitud influye directamente en el clima, con temperaturas más frías y condiciones climáticas más severas a medida que se asciende. Esto afecta la disponibilidad de agua y la duración de la estación de crecimiento.

  • Orientación y exposición: La orientación de las laderas del Teide (norte, sur, este, oeste) determina la cantidad de luz solar directa y la temperatura. Las laderas sur suelen ser más cálidas y secas, mientras que las laderas norte son más frescas y húmedas.

  • Suelo: La composición y el tipo de suelo varían con la altitud y la exposición, lo cual influye en la disponibilidad de nutrientes y en la retención de agua, afectando así la vegetación que puede crecer en cada zona.


CONCLUSIÓN. Cliserie Teide

La región macaronésica, en particular el entorno del Teide en Tenerife, presenta una cliserie altitudinal única influenciada por diversos factores geográficos y climáticos. A medida que se asciende por la montaña, desde las zonas inferiores subtropicales hasta las cumbres alpinas, se observa una transición notable en la vegetación y en las actividades humanas. En las áreas más bajas, la agricultura, principalmente de cultivos como la vid y los frutales, aprovecha las condiciones más cálidas y fértiles. A altitudes intermedias, el bosque de laurisilva ofrece oportunidades para la conservación y el ecoturismo, mientras que en las zonas alpinas superiores, las actividades turísticas se centran en el senderismo y la observación de paisajes volcánicos únicos.

Sin embargo, estas áreas enfrentan amenazas significativas como la erosión del suelo, exacerbada por las lluvias intensas y la exposición a eventos climáticos extremos, lo que subraya la importancia de la gestión ambiental sostenible para proteger este frágil ecosistema macaronésico.

Para abordar estos desafíos y promover la gestión sostenible de la vegetación, es crucial trabajar en consonancia con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 15 de las Naciones Unidas: “Vida de Ecosistemas Terrestres”. Este objetivo busca proteger, restaurar y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la diversidad biológica.

Por lo tanto, es fundamental adoptar medidas eficaces que promuevan la conservación y el uso sostenible de la vegetación, asegurando así la preservación de estos valiosos recursos naturales para las generaciones presentes y futuras.


BIBLIOGRAFÍA. Cliserie Teide

  • Alcaraz-Segura, D., Ortega, A. T., & Paruelo, J. (Eds.). (2017). Geografía de España. Ediciones Akal.

  • Fernández-Palacios, J. M., et al. (Eds.). (2008). Manual de ecología del paisaje. Tundra Ediciones.

  • Jiménez-Alfaro, B., et al. (2019). Biogeografía de la Península Ibérica e Islas Baleares. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

  • López-Merino, L., & Alcaraz-Segura, D. (2017). Biogeografía de la Península Ibérica. Ediciones Akal.

  • Cliserie Guadarrama
  • Cliserie Pirineos
  • Wikipedia
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