“Querido Vargas:
Rossi me entregó la tuya y me aprovecho de la salida del correo Alfaro, que es de toda confianza, para escribirte con la tinta cuya receta me has enviado y decirte que me aprovecharé de ti en la primera ocasión, que será muy pronto: pero entretanto te digo que esto va cada día peor y se pone de peor aspecto; los republicanos adelantan descaradamente, sin rebozo y a pasos agigantados, de todas partes envían representaciones para que se mande al Ministerio; todas ellas a favor del pícaro Riego. En Cádiz y Sevilla ya no quieren obedecer al Gobierno, ni recibir a las Autoridades que se envían allá, sólo porque los envían los actuales Ministros, a los que no conviene quitar ahora, pues si los revoltosos consiguieran esto, mañana se volverían contra la Familia Real. Cree, Vargas mío, que estamos en un situación muy, crítica y lastimosa, que presenta un porvenir muy funesto, si Dios no se apiada de nosotros. Te pido que se lo hagas saber a los soberanos extranjeros, para que vengan a sacarme de la esclavitud en que me hallo y libertarme del peligro que me amenaza.
Adios, Vargas mío; creo que te ama de todo corazón y confía en ti tu verdadero amigo.
Fernando.”
Fernando VII a Vargas, 2 de diciembre de 1821.
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Fernando VII frente a los Cien Mil Hijos de San Luis. Pintado por José Aparicio Anglada en 1827 |
CLASIFICACIÓN: Nos encontramos ante una fuente primaria de naturaleza histórico-circunstancial, de carácter diplomático. Pertenece al género epistolar, por tanto se trata de un documento privado dirigido a Vargas Laguna, quien fuera ministro plenipotenciario en Roma, representante de España en la Santa Sede, y que había sido cesado de su cargo durante el Trienio Liberal, pero que seguía residiendo en Roma. Está fechada en 1821 tras el Pronunciamiento de Riego en Cabezas de San Juan que inicia el periodo conocido como Trienio Liberal.
ANÁLISIS: La idea principal que subyace en el texto es la búsqueda de apoyo de Fernando VII en las potencias extranjeras que den lugar a la restauración del Antiguo Régimen en España. Para ello se pone en contacto con el que fuera su ministro en la Santa Sede, Vargas Laguna.
Para entender el texto en su totalidad conviene aclarar algunos términos y conceptos empleados, en primer lugar se hace alusión a Rossi. Se trata de una persona cercana al monarca que actúa como correo entre Vargas Laguna y Fernando VII. Cuando se refiere a republicanos, hace alusión al partido conocido como los exaltados o veintenos, que frente a los doceañistas, de corte más moderado y partidarios de la Constitución de 1812, exigían muchas más reformas que estos. Con el término pícaro Riego, se refiere a Rafael de Riego, general español que se sublevó en Cabezas de San Juan obligando a Fernando VII a acatar la Constitución de 1812. Cuando se refiere a los Ministros, habla de la falta de obediencia que se debe a que eran nombrados por el rey y escogía siempre a los políticos más moderados, lo que provocaba el no reconocimiento de los más exaltados.
Otra idea que se esgrime con la frase mañana se volverían contra la Familia Real, nos habla del miedo que sufre Fernando VII, que teme un final parecido al de Luis XVI durante la Revolución Francesa.
Por último, habla de sacarme de la esclavitud, por lo que a pesar de jurar la Constitución y afirmar con la célebre frase «Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional» se demuestra como Fernando VII sólo acató la Constitución para conservar el trono, siendo siempre un acérrimo convencido del Absolutismo.
COMENTARIO: Tras el Sexenio Absolutista, se produce el pronunciamiento de Riego en Cabezas de San Juan, que obliga a Fernando VII a jurar la Constitución de 1812. Sin embargo, su actuación sólo tiene la intención de salvar el trono, mientras trata de mostrarse como un monarca constitucional en el interior, no deja de pedir ayuda a las potencias extranjeras, con el fin de restaurar el Antiguo Régimen. Al tiempo, en Europa se vive la etapa de la Restauración, un momento político que se inicia con el Congreso de Viena en 1815, convocado por el canciller austriaco Metternich, en el que participan las potencias vencedoras en las Guerra Napoleónicas, que entre otras medidas, se acuerda la creación de la Santa Alianza, formada por Austria, Prusia y Rusia, que defienden la vuelta a la situación anterior a 1789 para lo que se establecen algunos principios como la restauración de las monarquías destituidas por Napoleón, mantener el status quo o el equilibrio de poder entre las potencias y el principio de intervención en aquellos territorios donde se dé una revolución liberal. Pronto se unirán Gran Bretaña y se admitirá también a Francia tras el Congreso de Aquisgrán, también denominado de Aix-la-Chapelle en 1818, formando lo que se conocerá como Quíntuple Alianza. La Santa Alianza intervendrá en las revoluciones del Reino de Dos Sicilias y el Reino del Piamonte en 1820. Por medio de esta carta, Fernando VII pide a su llamado amigo Vargas Laguna que pida ayuda a las potencias extranjeras, ya que había perdido los apoyos en la península. Vargas Laguna se pone en contacto con el Rey de Nápoles, que sería un portavoz más escuchado por los aliados de la Santa Alianza. Tras una difícil tarea diplómatica tiene lugar el Congreso de Verona 1822 que autoriza al rey de Francia Luis XVIII a enviar los conocidos como Cien Mil Hijos de San Luis que logran entrar en España en 1823 y llegar casi sin resistencia a Cádiz, logrando la restauración del Absolutismo en España bajo la corona de Fernando VII.
CONCLUSIONES: Después de la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis, Fernando VII restablece un sistema absolutista, iniciando el periodo conocido como Década Absolutista o Década Ominosa como la llamarán los liberales. Se inicia un régimen de represión contra el liberalismo aún más opresor que durante el Sexenio Absolutista. Sólo al final de su reinado y en vista de los problemas sucesorias y el nacimiento del Carlismo que se oponía a la coronación de la futura Isabel II, dará lugar al pacto con los liberal que logrará consolidar definitivamente el Estado Liberal en España durante el siglo XIX.