
La estela de los Buitres
La Estela de los Buitres
Clasificación
La Estela de los Buitres fue realizada hacia el 2450 a.C., en el período Dinástico Arcaico III sumerio. Se atribuye a la ciudad-estado de Lagash, bajo el reinado de Eannatum, y fue tallada en piedra caliza. La obra pertenece al arte sumerio narrativo. Actualmente se conserva fragmentada en el Museo del Louvre. Por tanto, constituye un testimonio arqueológico de gran relevancia para el estudio del arte mesopotámico y su función propagandística.
Descripción
Esta estela representa escenas figurativas, tanto históricas como míticas, organizadas en registros horizontales. Fue realizada mediante la técnica del bajorrelieve sobre caliza. En el anverso, el rey Eannatum aparece al frente de sus tropas, marchando en formación cerrada. A sus pies yacen los enemigos vencidos. A más de esto, buitres sobrevuelan el campo de batalla, portando cabezas cortadas. En el reverso, el dios Ningirsu sostiene una red llena de prisioneros, símbolo del castigo divino. Así mismo, se observan inscripciones cuneiformes que relatan el conflicto entre Lagash y Umma, y los tratados posteriores.
Análisis
Volumen: El relieve es superficial pero claro. Evidentemente, se prioriza la narración sobre el modelado tridimensional.
Movimiento: Las escenas muestran dinamismo. Los soldados marchan, los dioses actúan, los enemigos caen. De este modo, se narra visualmente la victoria.
Composición: Está estructurada en registros horizontales. La jerarquía visual ubica al rey y a los dioses en posición dominante. En consecuencia, se refuerza la importancia de las figuras principales.
Proporcionalidad: Se utiliza la escala jerárquica. Por ejemplo, Eannatum y Ningirsu son notablemente más grandes que otros personajes. Esto indica su superioridad tanto terrenal como divina.
Texturas: Las superficies, aunque erosionadas, revelan detalles en ropas, armas y plumajes. De ahí se deduce un esmero técnico significativo.
Color: No se conservan pigmentos. A pesar de eso, se supone que originalmente estuvo policromada, como muchas estelas sumerias.
Expresividad: Las figuras humanas y divinas muestran gestos definidos. Los vencidos se muestran caídos o atrapados. Como resultado, el relato es impactante y claro.
Comentario
En primer lugar, esta estela es un instrumento de propaganda. A través del arte, Eannatum reafirma su autoridad política y su favor divino. Como caso típico, el arte no es decorativo, sino funcional y didáctico.
En cuanto al contexto, refleja las disputas entre Lagash y Umma por el control del territorio de Gu-Edin. Dado que el conflicto era recurrente, la estela no solo conmemora la victoria, sino que también sirve como advertencia visual.
Ahora bien, lo más llamativo es la fusión entre el plano humano y el divino. De hecho, Ningirsu participa activamente en el castigo de los enemigos. En consecuencia, se presenta al rey como aliado directo de los dioses.
A diferencia de otras estelas, como la de Naram-Sin, aquí se mantiene la estructura tradicional en registros. Sin embargo, su narrativa es igualmente eficaz. Además, introduce el simbolismo del buitre, lo que intensifica la crudeza de la escena.
Entre los elementos más innovadores, destaca el uso explícito de imágenes violentas. Así pues, se transmite un mensaje de fuerza y orden. Por otra parte, la inscripción refuerza y completa la narración visual.
El caso es que esta obra forma parte de un conjunto escultórico que sentó las bases de la iconografía real mesopotámica. Por consiguiente, su valor histórico y estético es incuestionable.
Conclusión. La estela de los Buitres
Para concluir, la Estela de los Buitres es una pieza clave en la historia del arte antiguo. Combina imagen y texto para comunicar poder, justicia y religiosidad. Por eso, se considera una de las primeras manifestaciones del arte como vehículo de poder político.
En definitiva, esta obra demuestra cómo el arte sumerio no era solo culto o ceremonial, sino también político. A fin de cuentas, su influencia se extiende a otras obras emblemáticas como la Estela de Naram-Sin o la Estela de Hammurabi.
En síntesis, la estela no solo representa una batalla, sino también una visión del mundo. Un mundo en el que el orden, la ley y la autoridad eran garantizados por la unión entre el rey y lo divino.
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- Wikipedia