Dama de Auxerre

Dama de Auxerre


Dama de Auxerre


Clasificación

La Dama de Auxerre es una escultura griega arcaica de autor anónimo. Fue realizada entre los años 650 y 625 a.C., en la segunda mitad del siglo VII a.C., y pertenece al estilo dedálico. Este estilo fue característico del período arcaico temprano, especialmente desarrollado en Creta y el mundo egeo. La obra está tallada en piedra caliza y mide aproximadamente 75 cm de altura. Aunque fue descubierta en el Museo de Auxerre (Francia), se cree que su origen está en el ámbito cretense. Actualmente, se encuentra en el Museo del Louvre en París. A pesar de los siglos, su estado de conservación es razonablemente bueno. Evidentemente, ha perdido su policromía original, pero aún conserva detalles formales de gran valor artístico.


Descripción

La obra es una escultura de bulto redondo, claramente figurativa y de tendencia naturalista idealizada. Representa a una mujer de pie, en posición frontal, con una mano sobre el pecho y la otra extendida a lo largo del cuerpo. Esto sugiere una actitud de ofrenda o plegaria. Está esculpida en piedra caliza, mediante la técnica de talla directa, y pertenecía probablemente a un entorno votivo. Viste un peplo, ceñido por un cinturón ancho, con motivos geométricos incisos. A pesar del paso del tiempo, aún se adivina su diseño. Por tanto, el género es religioso y el tema representado remite a una figura femenina votiva, posiblemente una kore. A su vez, hay elementos iconográficos que reflejan influencias egipcias y orientales, visibles tanto en la rigidez de la postura como en el tratamiento del cabello.


Análisis

El volumen de la escultura es compacto, con un cuerpo cilíndrico que acentúa la verticalidad de la figura. A diferencia de obras posteriores, su estructura carece de flexibilidad. El movimiento está ausente, lo que refuerza la rigidez y solemnidad. La figura está claramente estancada en un momento estático. En cuanto a la composición, esta es frontal y simétrica, lógicamente pensada para una visualización directa. La proporcionalidad es idealizada, con una cintura muy estrecha y extremidades largas, propias del estilo dedálico. Así mismo, las texturas presentan cierta diversidad: el rostro y brazos son lisos, mientras los pliegues del vestido muestran incisiones lineales. Aunque ya no conserva su color original, se sabe que estuvo policromada. Por eso, el color jugaba un rol decorativo y simbólico. Finalmente, la expresividad es mínima, pero eficaz: el rostro transmite serenidad, y la conocida “sonrisa arcaica” anticipa características propias del período clásico.


Comentario

El estilo dedálico surge en Creta, entre 700 y 600 a.C., como primera manifestación escultórica del mundo griego arcaico. Contrariamente al geometrismo anterior, se busca representar la figura humana con cierta naturalidad. Se desarrolla en un contexto de creciente contacto entre Grecia, Egipto y Oriente, lo que influye decididamente en los rasgos formales de la escultura. Por ejemplo, la frontalidad, la simetría y la disposición del cabello recuerdan a las estatuas egipcias. Funcionalmente, estas figuras servían como ofrendas votivas o marcadores funerarios. La Dama de Auxerre encarna estos propósitos, probablemente depositada en un santuario.

En cuanto a sus rasgos distintivos, se identifican:

  • Cabello en forma de peluca triangular, típico del estilo dedálico.

  • Ojos grandes y almendrados, que aportan intensidad simbólica.

  • Cuerpo alargado y manos sobre el pecho, en actitud ritual.

  • Vestimenta geométrica, decorada con patrones incisos.

Adicionalmente, la escultura recoge influencias de Egipto, visibles tanto en la rigidez como en la verticalidad. De ahí, su apariencia solemne. Las escuelas cretense y corintia fueron fundamentales en la propagación de este estilo. Obras semejantes incluyen el “Torso de Eleuterna” y las figuras del templo A de Priniás. Aún así, la Dama de Auxerre posee una calidad que la hace única dentro del periodo.

Los escultores de la época eran considerados artesanos y no artistas individuales. No firmaban sus obras. No obstante, sentaron las bases de la escultura griega posterior. Más tarde, en los siglos VI y V a.C., su legado se transformaría en modelos más naturalistas, pero no sin antes transitar por este estadio arcaico. Conque, esta escultura es punto de partida en la evolución de la escultura occidental.


Conclusión. Dama de Auxerre

La Dama de Auxerre constituye un testimonio excepcional del tránsito entre el arte geométrico y el arcaísmo griego. Fue una obra pionera, que, sin alcanzar aún la perfección formal del clasicismo, estableció muchos de sus principios fundamentales. Su importancia reside, principalmente, en su capacidad para sintetizar influencias culturales diversas en una figura coherente y armoniosa. Decisivamente, representa el inicio del arte griego como tradición propia. Además, su influencia se deja sentir en movimientos como el neoclasicismo y en reflexiones contemporáneas sobre la estatua arcaica. Finalmente, y aunque anónima, la Dama de Auxerre ha quedado fijada como una de las obras fundacionales de la escultura griega.


Bibliografía. Dama de Auxerre

  • Boardman, J. (1997). La escultura griega arcaica. Madrid: Alianza Editorial.

  • Donahue, A. A. (2005). Greek Sculpture and the Problem of Description. Cambridge University Press.

  • Neer, R. (2012). Arte y arqueología griega. Madrid: Akal.

  • Ridgway, B. S. (1990). Greek Sculpture: The Archaic Period. Thames and Hudson.

  • Martínez, J.-L. (2000). La Dame d’Auxerre. París: Réunion des Musées Nationaux.

  • Wikipedia
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