CONQUISTA DE AL-ÁNDALUS
“Infundió Dios el terror en los corazones de los cristianos cuando vieron que Tarik se internaba en el país, habiendo creído que haría lo mismo que Tarif, y huyendo hacia Toledo se encerraron en las ciudades de España. Entonces Julián se acercó a Tarik y le dijo. “Ya has concluido con España: divide ahora tu ejército, al cual servirán de guías estos compañeros míos, y marcha tú hacia Toledo”. Dividió, en efecto, su ejército desde Écija y envió a Moguits Ar-Romí, liberto […] a Córdoba, […] con 700 caballeros […]. Mandó otro destacamento a Rayya, otro a Granada, capital de Elvira, y se dirigió él hacia Toledo con el grueso de las tropas.
Moguits caminó hasta llegar a Córdoba y acampó en la alquería de Xecunda, en un bosque de alerces que había entre las alquerías de Xecunda y Tarçail. Desde aquí mandó algunos de sus adalides, quienes cogieron y llevaron a su presencia un pastor que andaba apacentando su ganado en el bosque. Pidiole Moguits noticias de Córdoba, y dijo que la gente principal había marchado a Toledo, dejando en la ciudad al gobernador con 400 defensores y la gente de poca importancia. Después le preguntó por la fortaleza de sus murallas, a lo que contestó que eran bastante fuertes, pero que sobre la puerta de la Estatua, que es la del puente, había una hendidura, que les descubrió. Llegada la noche, se acercó Moguits y favoreciendo Dios su empresa con un fuerte aguacero, mezclado con granizo, pudo con la oscuridad aproximarse al río, cuando los centinelas habían descuidado la guardia por temor al frío y a la lluvia […].
Montó Moguits a caballo y se colocó delante de la puerta de la Estatua, por la parte de afuera, después de haber dado orden a los que habían entrado de que sorprendiesen la guardia de esta puerta, que es hoy la del puente: en aquel tiempo estaba destruido y no había puente ninguno en Córdoba […]. Ocupó Moguits el palacio de Córdoba, y al siguiente día salió y cercó al cristiano en la iglesia, escribiendo a Tarik la nueva conquista.
Fueron después a Todmir, cuyo verdadero nombre era Orihuela, y se llamaba Todmir del nombre de su señor, el cual salió al encuentro de los musulmanes con un ejército numeroso, que combatió flojamente, siendo derrotado en campo raso, donde los musulmanes hicieron una matanza tal, que casi los exterminaron. Los pocos que pudieron escapar huyeron a Orihuela, donde no tenían gente de armas ni medio de defensa; más su jefe Todmir, que era hombre experto y de mucho ingenio, al ver que no era posible la resistencia con las pocas tropas que tenía, ordenó que las mujeres dejasen sueltos sus cabellos, les dio cañas y las colocó sobre la muralla de tal forma que pareciesen un ejército, hasta que él ajustase las paces. Salió en seguida a guisa de parlamentario, pidiendo la paz, que le fue otorgada […]. Después de haber puesto en noticia de Tarik las conquistas alcanzadas y de haber dejado allí algunas tropas […] marchó el grueso del destacamento hacia Toledo para reunirse con Tarik.
Ajbar Machmua (Crónica bereber anónima del siglo XI)
CONQUISTA DE AL-ÁNDALUS
CLASIFICACIÓN
Este fragmento forma parte de la Ajbar Machmua (literalmente, “Crónica Reunida”), una colección de noticias redactadas por un autor anónimo musulmán, probablemente bereber, en el siglo XI. La obra compila relatos sobre los acontecimientos más importantes del siglo VIII, incluyendo la conquista islámica de la península ibérica en 711. El texto, por tanto, es una fuente primaria de carácter narrativo-histórico, aunque de redacción posterior a los hechos que describe.
Se trata de una crónica andalusí de naturaleza histórica, escrita con una intencionalidad política y cultural, centrada en exaltar la gesta de la conquista musulmana, especialmente la de Tarik ibn Ziyad y sus generales. Su carácter es público, dirigida a lectores musulmanes de Al-Ándalus y del Magreb, y su función principal es glorificar la expansión del islam en la península ibérica.
La narración se desarrolla geográficamente en diferentes puntos de la península: Toledo, Córdoba, Écija, Orihuela (Todmir), lo que permite observar la extensión y coordinación de la campaña. Además, resalta el papel estratégico de figuras como Tarik, Moguits y el conde visigodo Todmir.
ANÁLISIS
La idea principal del texto es relatar cómo las tropas musulmanas, bajo el mando de Tarik y sus lugartenientes, lograron conquistar con gran eficacia diversos territorios del sur y del este de Hispania, en un contexto de debilidad y fragmentación del reino visigodo.
Ideas secundarias destacadas:
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Desmoralización cristiana: La entrada de Tarik provoca terror entre los visigodos, quienes se repliegan hacia Toledo, dejando las ciudades indefensas.
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Estrategia militar islámica: Tarik divide sus fuerzas y envía destacamentos a ciudades clave. Se destaca el papel de Moguits, que con astucia y ayuda climática, toma Córdoba.
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Colaboración con poblaciones locales: El uso de informantes y pastores como fuente de inteligencia militar refleja una táctica recurrente en la conquista.
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Toma de Córdoba: Se describe en detalle cómo Moguits logra ocupar la ciudad gracias a una brecha en las defensas y al descuido de los centinelas.
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Encuentro con Todmir: En el este, los musulmanes enfrentan a un noble local que, tras una derrota militar, recurre al ingenio y la negociación para conservar cierta autonomía, lo que revela una dimensión política más compleja de la conquista.
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Coordinación militar: El texto muestra una campaña bien organizada, en la que los diversos destacamentos actúan de manera sincronizada y se mantienen en contacto con Tarik, quien se dirige hacia Toledo.
COMENTARIO
Este fragmento de la Ajbar Machmua ofrece un retrato fascinante del proceso de conquista de la península ibérica por parte de los musulmanes en el año 711, encabezado por Tarik ibn Ziyad, un general bereber al servicio del califato omeya. Aunque el texto fue redactado varios siglos después, contiene valiosa información que ha sido corroborada, al menos parcialmente, por otras fuentes árabes y cristianas.
En primer lugar, el texto subraya la rapidez y eficacia militar del avance islámico. A diferencia de otras conquistas medievales, esta se presenta como una serie de operaciones dinámicas, bien coordinadas y apoyadas por una moral religiosa alta. La imagen de Tarik como líder confiado y elocuente refleja el ideal del comandante islámico carismático y favorecido por Dios.
Además, el relato revela la debilidad estructural del reino visigodo, cuyas élites parecen huir y abandonar las ciudades sin resistencia seria. Esta falta de cohesión facilita el éxito musulmán, aunque el texto no niega la existencia de focos de resistencia. Sin embargo, incluso en los casos de enfrentamiento, como el de Todmir, la conquista se resuelve mediante estrategia, diplomacia o engaño, antes que mediante campañas prolongadas.
De hecho, el episodio de Todmir (Teodomiro) es especialmente significativo. Aunque derrotado militarmente, este líder local logra negociar su sumisión a cambio de conservar cierta autonomía, anticipando los pactos que los musulmanes usarán con frecuencia en su política de ocupación. En este sentido, el texto muestra que la conquista no fue solo una empresa bélica, sino también una operación diplomática y administrativa, que supo adaptarse a las condiciones locales.
Por otro lado, se observa un tono claramente triunfalista y providencialista. El cronista enfatiza cómo Dios favorece a los musulmanes, incluso con fenómenos meteorológicos como aguaceros que permiten el éxito de las operaciones nocturnas. Este tipo de elementos no solo busca glorificar a los protagonistas, sino también mostrar que la expansión islámica fue un designio divino.
A pesar de su valor, es importante señalar que el texto tiene limitaciones historiográficas. Su redacción tardía y su visión parcial desde el punto de vista musulmán hacen que deba ser contrastado con otras fuentes, tanto visigodas como mozárabes. Sin embargo, su riqueza narrativa y su nivel de detalle hacen de la Ajbar Machmua una fuente imprescindible para comprender el imaginario musulmán sobre los orígenes de Al-Ándalus.
CONCLUSIÓN. La conquista de al-Ándalus
El relato de la conquista de Al-Ándalus según la Ajbar Machmua constituye un testimonio fundamental de cómo los musulmanes del siglo XI percibían e idealizaban su expansión inicial en la península ibérica. A través de una narración rica en detalles tácticos, religiosos y políticos, el texto presenta una conquista rápida, ordenada y legitimada por Dios, en la que la astucia y la diplomacia juegan un papel tan importante como la fuerza militar.
Asimismo, el episodio de Todmir, con su solución pactada, demuestra que la dominación musulmana no se impuso exclusivamente por la espada, sino también por la capacidad de integración y pragmatismo de los nuevos gobernantes. En este sentido, la Ajbar Machmua ofrece una imagen más matizada de la conquista, alejada de los relatos puramente heroicos o violentos.
Finalmente, este texto nos invita a reflexionar sobre la pluralidad de perspectivas históricas, la construcción de la memoria y la forma en que los pueblos reinterpretan su pasado para afirmar su identidad y sus valores en el presente.
BIBLIOGRAFÍA. La conquista de al-Ándalus
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Ajbar Machmua. (1982). Crónica anónima de la conquista de Al-Ándalus. Madrid: Akal.
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García Sanjuán, A. (2013). La conquista islámica de la península ibérica y la tergiversación del pasado. Madrid: Marcial Pons.
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Viguera Molins, M. J. (1992). El Califato de Córdoba. Madrid: MAPFRE.
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Manzano Moreno, E. (2006). La frontera de Al-Ándalus en época de los Omeyas. Sevilla: Universidad de Sevilla.
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Collins, R. (2004). La España visigoda, 409-711. Madrid: Crítica.
- Wikipedia