
Auriga de Delfos
Auriga de Delfos. Comentario
Clasificación
El Auriga de Delfos es una escultura griega de autor desconocido, aunque ha sido atribuida por algunos estudiosos a Pitágoras de Regio o a Calamis, destacados escultores del primer clasicismo. La obra fue realizada en bronce mediante la técnica de la cera perdida hacia el 474 a.C., en el contexto del Estilo Severo, que marca el paso entre el arte arcaico y el clásico.
Se descubrió en el Santuario de Apolo en Delfos durante excavaciones realizadas en 1896, y actualmente se conserva en el Museo Arqueológico de Delfos. La escultura tiene una altura de aproximadamente 1,80 metros y formaba parte de un grupo escultórico conmemorativo encargado por Polizalos de Gela, tirano de Sicilia, tras su victoria en los Juegos Píticos.
Descripción
El Auriga de Delfos es una escultura figurativa de bulto redondo, realizada en bronce y concebida como parte de un conjunto mayor que incluía al auriga, una cuadriga y posiblemente los caballos. El auriga aparece en posición frontal, de pie, con la mirada fija y el cuerpo erguido. Viste un xystis, túnica larga típica de los conductores de carros, que cae hasta los tobillos y se ajusta al cuerpo mediante cinturones que definen los pliegues verticales. El cabello se dispone en rizos ordenados, recogidos con una diadema, y los ojos incrustados (de pasta vítrea y piedra) confieren a la figura un realismo impresionante. La expresión es contenida y solemne, mostrando una actitud de autocontrol, muy representativa del momento artístico en que fue creada.
Análisis
El volumen de la escultura está cuidadosamente trabajado: el cuerpo esbelto y vertical responde a un ideal de proporción y equilibrio, y el tratamiento de los pliegues de la túnica potencia la verticalidad. El movimiento, aunque no explícito, se sugiere a través de una ligera torsión del cuello y la disposición de los brazos que sostienen las riendas; se percibe así una tensión interna que prefigura la acción. La composición es simétrica y frontal, con una clara organización del espacio que permite concentrar la atención en la figura principal.
Las proporciones del cuerpo son naturales, bien calculadas y alejadas de los esquemas rígidos del arcaísmo, en línea con el ideal clásico de armonía. Las texturas del bronce, suavizadas y pulidas, permiten diferenciar las superficies del rostro, el cabello y las telas. El color original se enriquecía con incrustaciones y materiales diversos (piedras en los ojos, posiblemente aplicaciones de cobre y plata), aunque hoy solo se conserva el bronce. La expresividad es contenida y reflexiva, muy representativa del ethos clásico: dominio de las emociones, concentración y equilibrio interior.
Comentario
Contexto histórico
El Estilo Severo se desarrolla entre ca. 490 y 450 a.C., justo después de las Guerras Médicas, en un momento de reafirmación de la identidad griega y de consolidación del modelo clásico. Este periodo se caracteriza por el abandono de la idealización rígida del arcaísmo y la progresiva búsqueda de una representación más naturalista del cuerpo humano, así como de un nuevo canon de belleza basado en la proporción y la medida.
Función y significado
La función del Auriga de Delfos es votiva y conmemorativa: fue ofrecido al dios Apolo por Polizalos, tirano de Gela, como expresión de gratitud tras su victoria en los Juegos Píticos. Esta doble dimensión, religiosa y política, era común en la cultura griega, en la que el éxito individual se integraba en el culto colectivo.
Rasgos del estilo
Entre los principales rasgos del Estilo Severo presentes en esta obra podemos destacar:
-
Realismo anatómico progresivo, sin llegar a los excesos naturalistas del clasicismo pleno.
-
Rostros serenos y sobrios, que sugieren carácter y autocontrol.
-
Indicios de movimiento contenido, con un dinamismo interior que sustituye a la rigidez frontal.
-
Draperías amplias y bien definidas, que articulan la figura y aportan verticalidad.
En cuanto a influencias, la obra se inscribe dentro del legado formal de los kouroi arcaicos, pero muestra una clara evolución hacia el clasicismo. Escultores como Pitágoras de Regio y Calamis fueron pioneros en esta transformación, aunque no se ha podido confirmar la autoría de ninguno con certeza.
Entre las obras escultóricas paradigmáticas del Estilo Severo destacan:
-
El Zeus o Poseidón de Artemisión, en bronce, de autor anónimo.
-
El Efebo de Kritios, en mármol, considerado un puente entre el arcaísmo y el clasicismo.
-
Los relieves y metopas del Templo de Zeus en Olimpia, de fuerte carácter narrativo.
Los escultores de esta época empiezan a gozar de un estatus elevado, especialmente en contextos cívicos y religiosos. Surgen los primeros tratados sobre proporciones, como el de Policleto, y se valora el dominio técnico tanto como la capacidad de representar el ideal humano.
Conclusión. Auriga de Delfos
El Auriga de Delfos es una obra cumbre del Estilo Severo, y una de las esculturas en bronce mejor conservadas de la Antigüedad griega. Representa un punto de inflexión en la evolución del arte griego: abandonando la rigidez arcaica y avanzando hacia un naturalismo controlado que será perfeccionado por el clasicismo del siglo V a.C. Su aportación más significativa es la representación de una figura humana equilibrada, introspectiva y solemne, que transmite valores profundamente griegos como la moderación, la nobleza y el autocontrol.
La influencia del Auriga de Delfos se extiende más allá de su época: durante el Renacimiento, la escultura clásica griega fue redescubierta como modelo de perfección formal; y en el Neoclasicismo, artistas como Canova buscaron este mismo ideal de serenidad y belleza mesurada. En el siglo XX, escultores como Maillol retomarán la pureza volumétrica y la introspección gestual que el Auriga representa.
Bibliografía. Auriga de Delfos
-
Boardman, J. (1985). Greek Sculpture: The Classical Period. Thames & Hudson.
-
Pollitt, J. J. (1972). Art and Experience in Classical Greece. Cambridge University Press.
-
Richter, G. M. A. (1950). The Sculpture and Sculptors of the Greeks. Yale University Press.
-
Neer, R. (2010). The Emergence of the Classical Style in Greek Sculpture. University of Chicago Press.
-
Stewart, A. (1990). Greek Sculpture: An Exploration. Yale University Press.
- Wikipedia