IDENTIFICACIÓN: Nos encontramos ante una imagen del Templo
de Zeus Olímpico en Atenas, también conocido como Olimpieion. Se atribuye su
autoría a un arquitecto romano llamado Cossutius según Vitrubio. Se cree que
fue construido entre 175-165 a. C. bajo la iniciativa de Antíoco IV de Siria y
terminado en época romana bajo el emperador Adriano en el siglo II d. C. Su
estilo es clásico griego del periodo helenístico. Se encuentra en la ciudad de
Atenas, con sólo 13 columnas en pie. Fue en su momento el templo más grande de
Grecia.
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Templo de Zeus Olímpico (h. 175-165 a. C.) Atenas |
DESCRIPCIÓN: Nos encontramos ante las ruinas de un templo
díptero, decástilo (10×20) y de orden corintio. Sus dimensiones son de 107×41
metros. Fue construido en mármol blanco del Pentélico con un sistema adintelado
o arquitrabado.
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Templo de Zeus Olímpico en Atenas (Planta) |
ANÁLISIS: En su distribución en planta, observamos que el
templo se alza sobre un crepidoma o estereóbato. En su parte superior conocida
como estilóbato se erigen las columnas, formando un auténtico bosque de
columnas, con dos hileras de 20 en sus lados mayores y un tres hileras de 10 en
sus lados menores, conformando una perístasis de hasta 116 columnas. Después se
distribuyen varios espacios, una pronaos con cuatro columnas in antis, que da
paso a la naos o cella con 22 columnas entre las que se encontraría un pequeño
templete que albergaría la escultura de Zeus. Después se pasaría al “adyton” un espacio
religioso al que sólo tendrían acceso los sacerdotes y donde se oficiarían
ritos y ofrendas a Zeus, por último encontraríamos un opistodomos con cuatro
columnas in antis repitiendo el esquema de la naos.
En cuanto al alzado sorprende el gran colosalismo de las
columnas de más de 17 metros de altura, que diluyen los conceptos clásicos de
proporción y armonía y que toman al hombre como medida de todas las cosas, para
dar lugar a un aspecto totalmente monumental del edificio. No quedan muchos
restos porque durante la Edad Media fue utilizado como cantera, lo que abre la
discusión sobre si se trataba de un templo cubierto a dos aguas como la mayoría
de los templos de época clásica o por el contrario se trataba de un hipetro a
semejanza del Templo de Ápolo en Dídima de la misma época.
Entre los aspectos decorativos destaca el hecho de ser uno
de los primeros templos construidos enteramente en orden corintio, no conocemos
nada más acerca de si existieron relieves en sus frisos o en los frontones.
FUNCIÓN Y SIGNIFICADO: El templo griego cumplía una función religiosa, era
considerado morada de los dioses, y dentro de él se realizaban algunos ritos o
ceremonias por los sacerdotes, normalmente en el adyton donde habitualmente se
encontraba un altar. No estaba concebido para albergar fieles por eso suelen
tener un carácter más escultórico que arquitectónico, ya que no se trata de
crear espacios que desempeñen funciones.
COMENTARIO: Con la muerte
de Alejandro Magno (323 a. C.) marca el inicio de un nuevo periodo artístico en
el Grecia, la conocida como Etapa Helenística. Se caracteriza por la extensión
de los conceptos del Arte Griego por todo el mundo Mediterráneo, nace así una
cultura común, conocida como “koiné” o “comunidad” donde
los valores estéticos del Arte Griego se extienden, sobre todo por Asia Menor,
y tras la muerte de Alejandro por Asia, Mesopotamia y Egipto. Sin embargo, esta
expansión de los ideales estéticos griegos no fueron ni uniformes ni monótonos,
sino que se integraron, con tradiciones estéticas muy arraigadas en los lugares
donde se implantaron creando una serie de escuelas regionales.
En cuanto a la arquitectura, aunque
se continúan utilizando los mismos sistemas constructivos y elementos que se
habían venido utilizando durante la Época Clásica, se da un cambio en la
concepción del espacio arquitectónico, abandonando criterios como el
equilibrio, la medida, la proporción y la serenidad, que serán sustituidos por
un nuevo espíritu relacionado con la teatralidad y la monumentalidad, con ánimo
de impresionar al espectador. En este edificio observamos aspectos propios del
Helenismo como el colosalismo, que vemos en las columnas de casi 20 metros de
altura, y un monumentalidad en su concepción del templo díptero. Además vemos
una ruptura con la claridad de la concepción espacial, con la incorporación de
nuevos elementos como el adyton o el naikos, y su construcción en varios
niveles de altura. Además el que sea hípetro o sin cubierta también lo
diferencia de los templos clásicos. Ya que el fin del mundo clásico da lugar,
al nacimiento de nuevos reinos helenísticos, que ya no se preocupan en transmitir
los valores cívicos de la ciudad, sino en transmitir el poder y gloria de los
nuevos monarcas helenísticos, en este caso Antíoco IV y en época posterior del
emperador Adriano, adaptándose a los nuevos valores propagandísticos de Roma.
Siguiendo estos nuevos valores estéticos encontramos obras arquitectónicas tan
representativas como el Altar de Zeus en Pérgamo o el Mausoleo de Halicarnaso.