IDENTIFICACIÓN: Nos encontramos ante la conocida como Paleta de Narmer, tallada en esquisto verde de unos 65 cm. de altura por unos 42 cm. de ancho. Es de autor desconocido y está datada en torno al 3000 a. C. enmarcándose dentro del estilo de escultura del Antiguo Egipto.

Paleta de Narmer Comentario
Paleta de Narmer

DESCRIPCIÓN: Se trata de un bajo relieve en esquisto verde, un tipo de pizarra. En la imagen observamos el anverso, divido en varios frisos, en la parte superior aparece el Faraón, acompañado por su séquito que porta estandartes, y una serie de enemigos decapitados, en el friso inferior aparecen dos animales de largos cuellos entrelazados, que según algunos autores pudieran ser una representación alegórica del Alto y Bajo Egipto, ambos aparecen atados con correas que portan dos personajes, uno cada lado la estela; en el friso inferior aparece un toro que parece simbolizar al mismo Faraón, destruyendo las murallas de ciudades enemigas y derribando a sus enemigos. En el reverso, las escenas aparecen dividas en dos frisos. La superior, mucho más grande y centro de la composición representa una escena con la figura del Faraón, con la corona blanca del Alto Egipto, y con el brazo en alto portando una franja, sometiendo a los pueblos extranjeros, en este caso con la figura arrodillada de una persona con barba y pelo rizado; a la espalda del faraón aparece una figura que parece portar las maquetas de dos ciudades, y al otro lado el Dios Horus representado como un pájaro. En el friso inferior, aparecen dos figuras abatidas, que vuelven a representar pueblos extranjeros, de ahí su representación de la barba y el pelo rizado.

ANÁLISIS FORMAL: En esta imagen podemos observar algunos de los convencionalismos utilizados en la escultura egipcia, y que desde su inicio en el 3000 a. C. se mantuvieron casi inalterables hasta el fin de la cultura del Antiguo Egipto. Uno de los primeros convencionalismos que podemos observar es el empleo de la Ley de la Frontalidad, en este caso lo observamos en las figuras humanas, representadas siempre con el rostro de perfil, el cuerpo de frente, y luego las piernas de perfil, siempre con una pierna adelantada, los ojos se representan almendrados y parece que también están vistos de frente, toda la escultura está concebida para observarla desde un punto de vista frontal y central. Otro de los convencionalismos es la falta de representación de un espacio o profundidad, representándose todo en un plano, de ahí la ausencia total de perspectiva, esto se observa en las dos hiladas de los enemigos decapitados que se disponen acostados de forma vertical, tratando de crear la ilusión de volumen. Se emplea, sin embargo, una perspectiva jerárquica, donde la figura del Faraón siempre es mucho más grande que la del resto de figuras, como observamos tanto en el anverso como en el reverso. No debemos olvidar el hieratismo, que se observa en la falta de expresión en todas las figuras, que muestran una semi sonrisa y un rostro solemne, ni siquiera en los extranjeros abatidos del reverso se observan muestras de dolor o expresión de sufrimiento. También se observa la aplicación de la Ley de Adaptación al Marco, como en las figuras que sujetan a los seres fantásticos del anverso de la Paleta de Narmer o en la figura del toro que adoptan ciertas posturas forzadas con el fin de adaptarse al espacio disponible para la representación.

FUNCIÓN Y SIGNIFICADO: La Paleta de Narmer está considerado una de las primeras fuentes históricas, porque narra y  conmemora la victoria del Faraón Narmer sobre el Bajo Egipto, unificando todo el territorio y dando lugar a la creación de la primera dinastía en el Imperio Antiguo. Además tiene un significado simbólico y propagandístico, ya que otorga al Faraón de mediador entre los Dioses y Horus, no sólo atribuyendo la conquista al poder político del Faraón, sino también como ejecutor de los designios de los Dioses.

COMENTARIO: La Paleta de Narmer constituye uno de los más antiguos ejemplos de la escultura del Antiguo Egipcio, además de representar una de las primeras fuentes históricas establece una serie de uniformidades formales dentro del Arte Egipcio que estarán presentes a lo largo de los 3000 años de historia en los que se prolongará esta civilización, exceptuando el periodo herético de Amenofis IV o Akenatón. En ella se establecen algunos rasgos y convenciones estilísticas como la perspectiva jerárquica, la ley de adaptación al marco, el hieratismo o la ley de la frontalidad. Iconográficamente podemos ubicar la Paleta de Narmer dentro del conjunto de estatuaria real, que representaría la idea de autoridad, con unos rasgos hieráticos que realzan la atemporalidad y eternidad de su poder así como su origen divino. Su influencia en el arte posterior es patente, no sólo en el relieve, sino también en la escultura exenta. Su influencia puede incluso advertirse en la estatuaria arcaica griega, que posee algunos rasgos heredados como la simetría, el geometrismo o el hieratismo.