
Apoxiomeno de Lisipo
Apoxiomeno de Lisipo
Clasificación
El Apoxiomeno es una escultura atribuida a Lisipo, realizada hacia el 330-320 a.C., dentro del periodo conocido como el clasicismo tardío griego. La obra original fue fundida en bronce, aunque se ha conservado gracias a una copia romana en mármol hallada en Roma y actualmente expuesta en los Museos Vaticanos. Esta pieza se inscribe en el momento final del periodo clásico y representa una de las innovaciones más notables en el campo escultórico, tanto por su estilo como por su planteamiento compositivo y estético. Lisipo fue escultor oficial de Alejandro Magno y uno de los principales reformadores del canon escultórico griego, introduciendo nuevas proporciones y mayor dinamismo en las representaciones humanas.
Descripción
La escultura es figurativa y presenta una representación claramente naturalista de un joven atleta desnudo, captado en el gesto de limpiarse con un estrígil (instrumento curvo usado por los atletas para retirar el aceite y el sudor tras el ejercicio físico). Es una escultura de bulto redondo, concebida para ser observada desde todos los ángulos, lo que refuerza su sentido de tridimensionalidad.
El original fue ejecutado en bronce mediante la técnica de la fundición, mientras que la copia romana está realizada en mármol. Su género se inscribe dentro del arte deportivo o atlético, aunque también puede considerarse como una exaltación del ideal físico masculino. El tema se centra en la vida cotidiana de los atletas griegos, un motivo popular en la iconografía clásica, pero tratado aquí con un enfoque innovador tanto en su postura como en su expresión. La escultura representa la idealización del cuerpo humano como símbolo de virtud y equilibrio, uno de los fundamentos de la estética griega clásica.
Análisis
El volumen del cuerpo muestra una constitución esbelta y armónica, lejos del modelo más robusto de Policleto. Lisipo aplica un nuevo canon de proporciones (relación 1:8 entre cabeza y cuerpo) que estiliza la figura y la dota de una elegancia contenida. El movimiento es natural, contenido y fluido: el atleta extiende el brazo derecho hacia delante mientras flexiona el izquierdo, en una acción que rompe la simetría rígida de esculturas anteriores. Esta composición abierta se expande hacia el espacio exterior, obligando al espectador a rodear la pieza para comprenderla plenamente.
La proporcionalidad se mantiene rigurosa, con una musculatura bien definida, pero no exagerada. Las texturas contrastan entre la superficie lisa del cuerpo y los detalles más marcados del cabello. Aunque no conserva policromía, es probable que la versión original en bronce incluyera aplicaciones que incrementaban su realismo. El rostro refleja una expresividad serena, concentrada en la acción, sin dramatismo, en línea con los valores griegos de equilibrio y autocontrol.
Comentario
El clasicismo tardío griego se desarrolla entre la segunda mitad del siglo IV a.C. y la muerte de Alejandro Magno en 323 a.C. Surge en Grecia y se difunde rápidamente por Asia Menor, Egipto y el resto del Mediterráneo. Este estilo responde a un cambio de sensibilidad en el que el interés por la representación idealizada del cuerpo se complementa con una mayor búsqueda de naturalismo, movimiento y carácter individual. Se trata de un periodo de transición entre la perfección formal del clasicismo y la expresividad emocional del helenismo.
Contexto histórico
El contexto histórico está marcado por la crisis de las polis griegas, la expansión macedónica y la figura de Alejandro Magno. La escultura deja de estar al servicio exclusivo de lo religioso o lo político, y comienza a representar la vida cotidiana, el individuo y sus emociones. La función del Apoxiomeno es estética y educativa, encarnando ideales de belleza física, salud, disciplina y autocontrol.
Rasgos estilísticos
Entre los rasgos distintivos de este estilo destacan:
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La ruptura con la frontalidad.
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El uso de un canon más estilizado.
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La búsqueda de mayor dinamismo.
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Un interés creciente por lo individual y lo cotidiano.
Lisipo, como figura central del periodo, propone una nueva concepción del cuerpo humano. En su obra se perciben influencias de Policleto, pero también una clara voluntad de innovación. A diferencia de sus predecesores, sus figuras están concebidas para interactuar con el espacio y con el espectador. El Apoxiomeno, al representar una acción concreta y un gesto natural, introduce una narratividad que sería fundamental en el arte helenístico.
Entre las obras paradigmáticas del estilo destacan el Hermes con Dioniso niño de Praxíteles, la Ménade danzante de Escopas y el propio Apoxiomeno. Los principales escultores fueron Praxíteles, Escopas y Lisipo, quienes gozaban de una alta consideración social y artística. Sus obras serían fundamentales para el desarrollo posterior del arte clásico romano y del arte renacentista.
Conclusión. Apoxiomeno de Lisipo
El Apoxiomeno de Lisipo constituye una de las obras más representativas del final del clasicismo griego. A través de ella, Lisipo inaugura una nueva etapa en la escultura al redefinir el canon de belleza y al otorgar mayor movimiento, naturalismo y expresividad a la figura humana. Esta escultura encarna no solo el ideal físico del atleta, sino también una concepción ética del ser humano en equilibrio.
Su influencia es notable tanto en la escultura helenística como en el Renacimiento, cuando artistas como Leonardo da Vinci o Miguel Ángel recuperan los principios clásicos de proporción y anatomía. Incluso en el arte moderno, los ideales de belleza armónica y expresión natural siguen teniendo ecos del legado lisipeo. El Apoxiomeno no solo representa un cuerpo perfecto, sino también un momento revolucionario en la historia del arte: el tránsito del ideal eterno a la individualidad viva.
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- Wikipedia