Abd al-Rahman se proclama califa. Comentario de Texto Resuelto.

por Ene 30, 2017Sin categoría

«En el nombre de Dios clemente y misericordioso. Bendiga Dios a nuestro honrado Profeta Mahoma.


Los más dignos de reivindicar enteramente su derecho y los más merecedores de completar su fortuna y de revestirse de las mercedes con que Dios Altísimo nos ha favorecido con ello, ha mostrado su preferencia por nosotros, ha elevado nuestra autoridad hasta ese punto, nos ha permitido obtenerlo por nuestro esfuerzo, ha extendido nuestra fama por el mundo, ha ensalzado nuestra autoridad por las tierras, ha hecho que la esperanza de los mundos estuviera pendiente de Nosotros […]. En consecuencia, hemos decidido que se nos llame con el título de Príncipe de los Creyentes, y que en las cartas, tanto las expidamos como las que recibamos, se nos dé dicho título, puesto que todo el que lo usa, fuera de nosotros, se lo apropia indebidamente, es un intruso en él, y se arroga una denominación que no merece. […] Ordena, por tanto, al predicador de tu jurisdicción que emplee dicho título, y úsalo tú de ahora en adelante cuando nos escribas».


Crónica anónima de Abd al-Rahman al-Nasir, siglo X.


abd al-rahman III
La Civilización del Califato de Córdaba en tiempos de Abd al-Rahman III por Dionisio Baixeras Verdeguer (1885)


CLASIFICACIÓN: Nos encontramos ante un fragmento de una crónica anónima sobre la autoproclamación de Abd al-Rahman III como Califa de Córdoba. El fragmento en cuestión, tiene una naturaleza jurídica, ya que sería el documento o declaración que legitima a Abd al-Rahman III a ser Califa, por otro lado, el conjunto de la crónica tendría una naturaleza historiográfica, ya que sería fruto de la investigación histórica. Se trata, además de una fuente secundaria, ya que el contenido expuesto sería fruto de una investigación posterior y no formaría parte de los hechos narrados. La finalidad de la obra sería científico y divulgativo, con un carácter público, destinado a una élite culta. En cuanto a la veracidad de los hechos descritos, podemos decir, que la historiografía los admite como ciertos, así como la cercanía temporal a los hechos, recordemos que la crónica está escrita en el siglo X, mismo siglo de la proclamación.

ANÁLISIS: La idea principal que subyace en el texto es la autoproclamación de Abd al-Rahman III como Califa de Córdoba.

El texto comienza con una alusión religiosa, tanto a Dios (Allah) como a su profeta Mahoma, a modo de bendición. En el párrafo siguiente, el autor, probablemente el mismo Abd al-Rahman III, comienza con una declaración en defensa de su autoproclamación de Califa, aludiendo a diversos motivos, pero entre todos destaca una causa providencial, dando a entender que el hecho político de la proclamación del Califato de Córdoba, es obra de su Dios misericordioso, que ha premiado su esfuerzo extendiendo la fama del Califa alrededor del mundo, elevando su autoridad y mostrando preferencia por la región de Al-Ándalus, suponemos, que con respecto a otras regiones orientales del Islam.

Por todo ello, Abd al-Rahman III, se intitula como «Príncipe de los Creyentes», es decir, Califa y pide que en adelante se utilice ese tratamiento en la correspondencia, calificando de intruso a aquellos que utilizan ese título, refiriéndose al Califa abbasida de Bagdad.

COMENTARIO: A comienzos del siglo X, la autoridad política y religiosa dentro del Califato Abbasida, estaba ostentada por el Califa de Bagdad. Desde la aparición del Califato Abbasida en el 750 y exceptuando su época dorada representada por Diafa al-Mansur (754-775), el califato fue sufriendo un deterioro constante.

Las causas de este deterioro fueron tanto políticas como religiosas. En lo referente a la parte política, fueron abundantes la aparición de pequeños emiratos independientes, que si bien reconocían la autoridad religiosa del Califa, actuaban de forma totalmente independiente en lo referente a temas políticas. Estos pequeños emiratos se fueron sucediendo a lo largo de todo el imperio abbasida, desde las aguas del Indo, hasta los confines occidentales representados por Al-Andalus.

En cuanto a las causas religiosas, las diferentes interpretaciones del Corán, habían dividido la fe musulmana en diferentes doctrinas, las principales fueron la sunní, la chií y la jarichí, a la que habría que sumar algunas sectas, provenientes de la doctrina chií, como el ismailismo o los duodecimanos. Muchas de estas doctrinas, solían descalificar, e incluso menoscabar la autoridad del Califa en materia religiosa.

La llegada del siglo X, dio lugar a una enorme crisis interna, provocada por las causas nombradas anteriormente. Las principales consecuencias fueron la división política y religiosa de lo que había sido el gran imperio abbasida. Comienzan a aparecer diversos califatos, que se proclaman independientes tanto del poder político como del poder religioso a lo largo y ancho del territorio abbasida. Entre estos califatos independientes destacó el Califato Fatimí del Cairo fundado en el 909, así como el Califato de Córdoba fundado en el 929, además surgieron otras disidencias como la de los saffaríes o los samánidas en la región de Irán o la dinastía idrisí en el actual Marruecos. El Califato de Bagdad caería en el 945 bajo el control de la familía de los Buyíes, y en 1055 bajo el poder de los turcos selyúcidas, siendo a partir de entonces, un poder político y religioso más nominal que real.

Por otro lado, Al-Andalus vivía una época de pleno esplendor tanto en lo económico, con unas finanzas al alza, en lo político, ya que desde la subida al trono en el 912 Abd al-Rahman no sólo consigue mantener las fronteras con los reinos cristianos del norte, sino acabar con las disidencias internas como la rebelión de Omar ibn Hafsun en Bobastro y la república de Pechina en Almería. Que junto a la debilidad del califato de Bagdad, le lleva a autoproclamarse califa en el año 929.

CONCLUSIONES: A modo de conclusión podemos decir, que la autoproclamación de Abd al-Rahman III como Califa de Córdoba, se debe, por un lado a un momento de esplendor, tanto en lo económico, político, militar y cultural de la región de Al-Ándalus, y por otro a un debilitamiento, debido a las disidencias políticas y religiosas que estaba sufriendo el califato abbasida de Bagdad. Estas circunstancias propiciaron la creación de un estado completamente independiente en el sur de la península Ibérica de religión musulmana.

No obstante, cabe decir que la historia del califato fue corta, siendo desmembrado en el 1031 en una veintena de reinos de Taifas.

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