IDENTIFICACIÓN: Nos encontramos ante una imagen del Templo de
Aphaia en Egina, de autor desconocido y datado hacia el 490 a. C. Es un templo
que pertenece a la Arquitectura Griega, y representa la transición del periodo
arcaico al periodo clásico, tanto en escultura como en arquitectura. Su estado
de conservación no es muy bueno, se ha perdido la cella, algunas columnas y
casi todo el entablamento, además de los frontones.

templo de aphaia en egina
Templo de Aphaia en Egina (h. 490 a. C.)

DESCRIPCIÓN: Se trata de un templo dórico, hexástilo y períptero,
con 12 columnas en sus lados largos. Fue construido con un sistema arquitrabado
y adintelado en piedra caliza local. Tiene algunas columnas monolíticas,
mientras que otras se han realizado con tambores. Los muros de la naos estarían
realizados con sillería isódoma, dispuesta al hilo y unida con grapas o piezas
metálicas. Estaría cubierto por un tejado a dos aguas con tejas de terracota.

Planta, alzado y sección (Templo de Aphaia en Egina)

ANÁLISIS: El templo tiene una planta rectangular, las columnas se
yerguen sobre pódium o crepis, con varios escalones, llamados estereóbato, el
último de ellos, conocido como 
estilóbato y desde ahí arrancan las columnas. En la disposición
interior, nos encontramos una naos, precedida por una pronaos y un opistodomos,
ambos con dos columnas “in antis”. Las
columnas son el principal elemento sustentante, se observan algunas monolíticas
(talladas en un solo bloque) y otras realizadas a partir de tambores. Las
columnas tienen un módulo (relación entre el diámetro y la altura) de
aproximadamente 12, lo que las hace mucho más elegantes y esbeltas que en el
periodo anterior, al tratarse de columnas dóricas no tienen basa y su capitel
está formado por un collarino, un equino y un ábaco, ahora de unas dimensiones
más reducidas, también se observa como el éntasis de la columna es menos
pronunciado lo que constituye otro rasgo de clasicismo. Sobre las columnas
encontramos un entablamento formado por el arquitrabe, un friso de metopas y
triglifos y una cornisa. Sobre esta se sitúa el frontón, en los tímpanos de los
frontones se situaron esculturas, unas de las más conocidas del llamado “Estilo
Severo” que suponen una transición hacia el clasicismo, hoy se encuentran en la
Gliptoteca de Munich. Sobre los frontones habría un tejado a dos aguas cubierto
con tejas de terracota.

En cuanto a la decoración, se han
encontrado restos de estuco, por lo que seguramente sería polícromado, que
resaltaría sus objetos decorativos, como los triglifos, las esculturas y las
acroteras que se encontrarían en los vértices del frontón.  Las esculturas representan la lucha de los
eginetas, junto a Ajax y protegidos por Aphaia en la Guerra de Troya.

Esculturas de los Frontones del Templo de Aphaia en Egina

Gliptoteca de Munich

FUNCIÓN Y SIGNIFICADO: El templo griego fue concebido como casa o
morada del Dios o Diosa, en su cella albergaba la escultura del Dios adorado, y
tenía una función simbólica, ya que no estaba concebido para albergar fieles o
celebrar ritos en su interior. Todos los ritos y procesiones se celebraban en
su exterior para lo que se disponía un altar. Esta concepción del templo hacia
el exterior ha llevado en ocasiones a considerar la arquitectura griega como
una arquitectura escultórica, al prescindir de muchas de las funciones de otros
edificios.

COMENTARIO: El templo de Aphaia en Egina, no sólo por sus
innovaciones arquitectónicas sino también por las esculturas de sus frontones,
se considera un edificio paradigmática del periodo de transición y ejemplo para
el estudio y comprensión del paso de la Etapa Arcaica al periodo Clásico. Como hemos
visto, en la concepción del edificio, se logran definir algunos de los
conceptos que se habían ensayado durante todo el Periodo Arcaico, y la
concepción de belleza basada en el número, la medida y la armonía (proporción
entre las partes) toman una forma concreta, más equilibrada, elegante y
esbelta. En cuanto a la escultura, se avanza hacia un naturalismo más humano,
se van abandonando ciertos convencionalismos y un menor empleo de la geometría
para alcanzar nuevas cotas de dinamismo y movimiento, aún así conservarán del
arcaísmo su hieratismo o falta de expresión en el rostro por lo que será
conocido como “Estilo Severo”.

Podemos decir que el Clasicismo
arranca con el Templo de Aphaia en Egina, que supone un punto de inflexión, con
nuevas concepciones estéticas que seguirán evolucionando hasta concretarse
alrededor del 450 a. C. en una expresión puramente clásica como el templo del
Partenón en Atenas, o en esculturas como el Doríforo, que serán la máxima
expresión de esa belleza ideal concebida a partir de la armonía y proporción de
las partes.