“Una figura excepcional entra la historia. El nombre de Francisco Franco será ya un jalón del acontecer español y un hito al que será imposible dejar de referirse para entender la clave de nuestra vida política contemporánea. Con respeto y gratitud quiero recordar la figura de quien durante tantos años asumió la pesada responsabilidad de conducir la gobernación del Estado. […]
Pido a Dios su ayuda para acertar siempre en las difíciles decisiones que, sin duda, el destino alzará ante nosotros. Con su gracia y con el ejemplo de tantos predecesores que unificaron, pacificaron y engrandecieron a todos los pueblos de España, deseo ser capaz de actuar como moderador, como guardián del sistema constitucional y como promotor de la justicia. Que nadie tema que su causa sea olvidada; que nadie espere una ventaja o un privilegio. Juntos podremos hacerlo todo si a todos damos su justa oportunidad. […]
Soy plenamente consciente de que un gran pueblo como el nuestro, en pleno periodo de desarrollo cultural, de cambio generacional y de crecimiento material pide perfeccionamientos profundos. Escuchar, canalizar y estimular estas demandas es para mí un deber que acepto con decisión.
Un orden justo, igual para todos, permite reconocer dentro de la unidad del Reino y del Estado las peculiaridades regionales, como expresión de la diversidad de pueblos que constituyen la sagrada realidad de España. El Rey quiere serlo de todos a un tiempo y de cada uno en su cultura, en su historia y en su tradición.
La Corona entiende, también, como deber fundamental, el reconocimiento de los derechos sociales y económicos, cuyo fin es asegurar a todos los españolas las condiciones de carácter material que les permitan el efectivo ejercicio de todas sus libertades. […] El Rey […] expresa su más respetuosa consideración para la Iglesia […]. El respeto a la dignidad de la persona que supone el principio de libertad religiosa es un elemento esencial para la armoniosa convivencia de nuestra sociedad.”
CLASIFICACIÓN: Nos encontramos ante una fuente primario, de carácter historico-circunstancial. Se trata de un fragmento del discurso del Rey Don Juan Carlos I ante las cortes franquistas al asumir la Jefatura del Estado. Se trata de un documento público, y el destinatario sería el conjunto de la Nación Española.
ANÁLISIS: Este fragmento del discurso se inicia con una clara alusión a la figura de Franco, como una de las más importantes de la historia reciente de España, sin embargo, Don Juan Carlos, no cae en los panegíricos, que exaltaban la figura de Franco, que por aquellos días, próximos a la muerte del caudillo aparecían en los medios de comunicación. Se refiere de forma comedida, en los términos de “respeto y gratitud”.
En el siguiente párrafo, se anuncia como garante de un sistema constitucional, a través de un carácter dialogante y conciliador y anteponiendo los principios de igualdad.
Más adelante, Don Juan Carlos, hace alusión a una nueva sociedad, una nueva generación española, sin duda, con nuevas ideas, debido a los años de desarrollismo y la apertura de España a Europa, y cree firmemente en la necesidad, de adaptar la política a las nuevas ideas que han tenido calado en una sociedad, muy distinta a la de los primeros años del franquismo. Sin embargo, no pone en entredicho el estado de España como unidad indivisible, no obstante, cree en la necesidad de reconocer los hechos diferenciadores, bien sean políticos, culturales o tradicionales de cada región.
En el último párrafo, el rey, trata de reconocer los derechos sociales y económicos, se supone que colectivos e individuales, además de la libertad de culto. El estado debería garantizar el cumplimiento de todos esos derechos, anunciando políticas que derivarán en el conocido Estado de Bienestar. Todo esto sin menospreciar a la Iglesia Católica a la que debe todo su respeto.
COMENTARIO: Debemos tener en cuanta las circunstancias en las que se encuentra España en el momento de la muerte de Franco. Para muchos, supondría un momento de inquietud y esperanza, donde serían posible cambios estructurales, se temen reacciones violentas por parte de los sectores más radicales tanto de la izquierda como de la derecha, incluso miedo a una nueva Guerra Civil.
Juan Carlos de Borbón, elegido herededo por Franco, era herededo legítimo a la Corona de España por pertenecer a la casa de Borbón y quedaba amparado por la Ley de Sucesión de 1947. Aunque educado bajo la tutela de Franco, con la intención de mantener como aliados a los monárquicos, pronto comenzará a mostrar un criterio propio respecto a la política. Una vez muerto Franco y asumir la Jefatura del Estado, con este discurso comienza a marcar las líneas maestras de lo que será la política futura del Reino, estableciendo un estado constitucional y democrático, donde queden garantizadas las libertades individuales, tanto sociales como económicas.
Juan Carlos trata de hacer un guiño a la oposición, formada en aquel momento por grupos de izquierda, muy organizada en torno a partidos como la PSOE y PCE y con amplia difusión en España a través de sindicatos como CC.OO. También trata de contentar a los diferentes grupos nacionalistas, en especial, al nacionalismo catalán y sobretodo al vasco que se había radicalizado a través de bandas armadas como ETA.
Poco después nombraría a Adolfo Suárez presidente del Gobierno, que con la Ley para la Reforma Política iniciaría el camino hacia la democracia, produciéndose en 1977 las primeras elecciones democráticas y aprobándose una Constitución Liberal en 1978 bajo referéndum. No obstante, el camino hacia la democracia no se verá exento de obstáculos, a través de los grupos radicales de derechas, conocidos como el “bunker” que propiciarion el intento de golpe de estado de 1981 y de grupos radicales de izquierda como ETA, GRAPO y Terra Lliura.
CONCLUSIONES: De cualquier modo, hoy en día, después de 30 años de Estado Constitucional, podemos decir, que el Estado de Bienestar, Constitucional y garante de los derechos humanos, es una realidad, a pesar del difícil momento económico y social en el que se encuentra inmersa la sociedad.