La ciudad-palacio de Medina Azahara. Comentario de texto resuelto.

por Feb 6, 2017Sin categoría

«La ciudad de Azahara (Madinat al-Zahra era una de las más espléndidas, renombradas y mejores que hicieron los seres humanos. Estaba a la distancia de cuatro millas y un tercio de Córdoba. […] Se contaban en ella 4300 columnas y 500 puertas. En su construcción gastó al-Nasir incontables tesoros […] De las columnas, algunas vinieron de Roma, 19 del país de los francos, 140 fueron ofrecidas por el emperador de Constantinopla, 113, la mayor parte de mármol rosa y verde, fueron traídas de Cartago, Túnez, Isfakix y otros sitios de África. Las restantes provenían de las canteras de sus dominios andaluces; por ejemplo, las de mármol blanco, de Tarragona y Almería; las de mármol rayado, de Rayya […].


Otra de las maravillas de Medina Azahara (Madinat al-Zahra) era el salón llamado de los califas, cuyo tejado era de oro y de bloques de mármol de variados colores, sólidos pero transparentes, y cuyas paredes eran de los mismos materiales. En el centro de este salón estaba la perla única ofrecida a al-Nasir, con otros objetos valiosos, por el emperador León.


Eran de oro y plata las tejas de este magnífico salón. Daban entrada al salón ocho puertas de cada lado, adornadas con oro y ébano, que descansaban sobre pilares de mármoles variados y cristal transparente. Cuando el sol penetraba en la sala a través de estas puertas y reflejaba en las paredes y techo, era tal su fuerza que cegaba […].


La mezquita de Medina Azahara (Madinat al-Zahra) no valía menos que el resto de palacio […]. Era una estupenda construcción maravillosamente terminada en todas sus partes y tenía cinco naves de prodigiosa construcción […]. El ancho del patio de la Qibla […] se hallaba todo pavimentado con mármol rojizo muy parecido al color del vino. En el centro había una fuente de agua límpida para el uso de la mezquita […].


Había, además, en Medina Azahara (Madinat al-Zahra), dos baños, uno destinado a los oficiales de la casa del sultán y otros servidores del palacio, y el otro, público; y también mercados, hospederías, colegios y otros establecimientos públicos y privados.


Otras muchas bellezas realzaban a Medina Azahara (Madinat al-Zahra): corrientes de agua, lujosos jardines, construcciones para el acomodo de la casa del sultán, magníficos palacios para los altos oficiales de la corte, es decir, para la muchedumbre de gentes, pajes, eunucos, esclavos, etc.»


Al-Maqqari. Nafh al-Tib  min gusn Al-Andalus (Historia de Al-Ándalus)


Puerta de entrada de la casa de Yafar. Hayib o primer ministro en 961. Medina Azahara

CLASIFICACIÓN: Nos encontramos ante un fragmento de la Historia de Al-Ándalus de Al-Maqqari, se trata de un texto de naturaleza historiográfica, ya que es fruto de la investigación histórica. Podemos decir que es una fuente secundaria, ya que fue escrito a mediados del siglo XVI, cuando el Palacio de Medina Azahara estaba ya en ruinas. El tema es de carácter cultural o artístico, aunque también político, al exaltar la riqueza de la época del Califato de Córdoba. Su finalidad es divulgativa, tiene un carácter público y está destinado a un lector culto.

ANÁLISIS: La idea principal del texto, es la descripción de la ciudad-palacio de Medina Azahara, al mismo tiempo que trata de ensalzar la época de mayor esplendor de Al-Ándalus que coincide con la época del califato.

En el primer párrafo habla de la ciudad-palacio como una de las más bellas que hubieran construido los seres humanos. Y relata como al-Nasir, apellido del califa Abd al-Rahman III, gastó innumerables tesoros en ella. Muestra de ello es la importación de las columnas para su construcción, que venían de lugares tan distantes como Roma, Constantinopla, la Galia, Cartago o Túnez.

En el segundo y tercer párrafo nos habla del salón de los califas, en los que el oro y la plata fue utilizado para la construcción del tejado, las paredes y las puertas.

En el cuarto párrafo describe la mezquita, de cinco naves, pavimentada con mármol rojo y con una hermosa fuente en el atrio, que se utilizaba para las abluciones antes de la oración.

En el quinto párrafo, hace referencia a existencia de dos baños públicos, así como mercados, colegios, hospederías y otros establecimientos, dejando claro de que se trataba no sólo de un palacio, sino de una ciudad palatina, y centro de poder de todo Al-Ándalus.

Por último, habla de la construcción de residencias, la propia del califa, así como otras destinadas a altos cargos, seguramente el hachib o hayib, y distintos visires, que residían en la corte del califa, así como otras destinadas a los sirvientes de la corte como eunucos (guardias de origen turco castrados, que custodiaban el palacio y el harem) o esclavos. También hace alusión a las fuentes y jardines que había por todo el complejo.

COMENTARIO: Hoy en día, a través de los estudios arqueológicos, sabemos que Medina Azahara fue una ciudad palatina o aúlica. Al Maqqari, no se equivoca en su situación geográfica, a unos 8 kilómetros de Córdoba, construida por Abd al-Rahman III al Nasir, a mediados del siglo X. Tampoco en las distintas dependencias como los distintos palacios residenciales, sus fuentes, sus jardines, sus baños y su mezquita. A través del estudio de los cimientos sabemos que todas esas dependencias existieron.

No se sabe con certeza si las columnas, como indica el propio Al Maqqari fueron importadas, es posible que muchas de ellas se recuperaran de construcciones romanas o bien visigodas de la misma península Ibérica, siendo menos probable su importación.

También acierta a decir que el espacio más suntuoso, por su decoración fue el salón de los califas, hoy conocido como salón rico o salón oriental. Sería una dependencia destinada a diferentes actos políticos, recepción de embajadores, etc. No obstante, como toda la arquitectura islámica, los materiales de construcción son pobres, se utilizó ladrillo y piedra arenisca para los arcos. Pero, su decoración es posible que sí estuviese recubierta con láminas de pan de oro o de pan de plata, que no dejarían de impresionar al espectador.

La descripción de la mezquita se corresponde con los yacimientos arqueológicos encontrados, así como la existencia de los baños árabes, y las distintas residencias tanto del califa como de los altos mandatarios.

Medina Azahara, sin duda fue una ciudad que correspondía al esplendor político, económico y cultural de Al-Ándalus durante la época del califato. No sólo tiene una función residencial, sino que desempeña un papel político importante, representando la riqueza y poder del califa ante sus enemigos, entre los que encontramos a los reinos cristianos del norte, así como el califato fatimí en el norte de África. La función propagandística era clara, con ella se pretendía asombrar al mundo mediterráneo, siendo una de las ciudades más importantes con sólo de oriente sino también del occidente cristiano.

No obstante su vida fue efímera, durante el reinado de Hisham II fue abandonada por orden de Almanzor, y posteriormente, saqueada y destruida en los años de la fitna o guerra civil (1002-1031).

CONCLUSIONES: Durante la Edad Media, Medina Azahara fue sometida a diferentes saqueos y expolios, para finalmente caer en el olvido. Sin duda, el texto de Al Maqqari, sirvió a los historiadores y arqueólogos a plantearse la posibilidad de su existencia. No sería hasta el siglo XX, cuando a través de diferentes excavaciones se redescubre la ciudad palatina de Abd al-Rahman III, y su correspondencia con la mayor parte del texto de Al Maqqari, por lo que podemos decir que ha sido una fuente fundamental para el estudio de la historia de Al-Ándalus.

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