El relieve Apalachense o Apalachiano, es uno de los más originales dentro de todos los sistemas morfoclimáticas. Una conjunción de sistemas de erosión así como una prolongada actividad orogénica dan lugar a este relieve de crestas paralelas que debe su nombre a los Apalaches americanos.


Relieve Apalachense

Nos
encontramos ante un bloque diagrama, se trata de una representación modelo de
un fenómeno geomorfológico con carácter didáctico.

Se trata de un relieve simple (porqué sólo muestra un único fenómeno
geomorfológico) y derivado (porque no responde a la forma original, sino a la
derivada por el impacto de la erosión.

Topográficamente no encontramos ante un relieve de montaña situado a cierta
altitud.

Litológicamente encontramos diferentes tipos de rocas y con diferentes
potencias, al carecer de leyenda no podemos determinar el tipo de rocas que se
encuentran, no obstante nos atrevemos a identificar algunos estratos duros, que
por tener un origen herciniano debemos identificar con rocas metamórficas como
cuarcitas o granitos, de menor potencia, que podemos observar en el gráfico con
el número 5. Y estratos más blandos, seguramente pizarras, con mayor potencia
que el anterior y que se identifican con el número 1, y número 2.

En cuanto a la tectónica observamos un relieve original de tipo jurásico,
formado por anticlinales (numero 1) y sinclinales (número 2), por su
morfología, creemos que fue arrasado, y vuelto a levantar en una época posterior,
reactivando la erosión y dando lugar a un relieve con sinclinales colgados que
forman crestas paralelas, que coinciden con los estratos de roca dura y valles
paralelos y longitudinales que coinciden con los estratos de rocas más blandas,
este tipo de relieve es el que conocemos como relieve apalachense.

En cuanto a la erosión, el principal agente erosivo es el agua, vemos que
se las redes fluviales se instalan en el relieve a través de cluses, que
erosionan los sinclinales colgados en sentido transversal (número 6), además la
red fluvial se instala por todo el relieve, tanto en los anticlinales vaciados
o combés (número 3), como los sinclinales colgados, dando lugar a una red
fluvial de forma ortogonal, por otro lado, la más típica de los relieves apalachenses.
La diversa dureza de los materiales da lugar a que se erosionen primero lo más
deleznables y sobrevivan los más duros, debido a la erosión diferencial, como
ejemplo tenemos el cerro testigo con el número 4.

A continuación realizaremos una descripción de la leyenda del gráfico:

  1. Anticlinal: en un relieve jurásico o
    plegado responde a la parte convexa del mismo.
  2. Sinclinal: en un relieve jurásico o
    plegado respondería a la parta cóncava del mismo.
  3. Combé: formado seguramente por la
    erosión de una red fluvial
  4. Combé: erosión por medio de una red
    fluvial en sentido longitudinal al relieve
  5. Cerro testigo: compuesto por materiales
    duros, debido a la erosión diferencial.
  6. Clusé: erosión por medio de una red
    fluvial en sentido transversal al relieve.

Este tipo de relieve lo encontramos en zonas que han sufrido un
levantamiento, normalmente durante la Era Primaria o Paleozoico con la Orogenia
Herciniana (hace 300 millones de años), que fueron arrasados durante la Era
Secundaria (hace 200 millones de años), y que sufrieron otro levantamiento
durante la Era Terciaria con el Plegamiento Alpino (hace 62 millones de años).
El ejemplo paradigmático del relieve apalachiense se encuentra en los Apalaches
en Estados Únidos, unidad del relieve a la que debe su nombre. En la Península
Ibérica podemos encontrarlo aunque en menores proporciones en los Montes de
Toledo y en Sierra Morena.