El impulso de la economía española en el siglo XIX pasaba necesariamente por la construcción del ferrocarril. A pesar de que no se aprovecharon los recursos de la península y se hicieron concesiones a empresas extranjeras para su construcción, el ferrocarril permitió vertebrar mejor el territorio e impulsar la economía.
La construcción del ferrocarril
«El ferrocarril, el nuevo medio de transporte del Siglo XIX (…) comenzó a construirse en España en la segunda mitad del siglo XIX. Eso supuso un retraso notable respecto a otras economías, con los efectos consiguientes sobre la expansión e integración del mercado interior, la división del trabajo, la productividad y, en general, el desarrollo de la economía de mercado (…) Un porcentaje muy alto de (las) inversiones (en el ferrocarril) se hizo con capitales extranjeros (…) La franquicia concedida al material ferroviario que importasen las empresas ferroviarias (por lo general en manos de extranjeros), constituyó un obstáculo grande al desarrollo de las fábricas de hierros españolas (…). Pero si los constructores del ferrocarril hubieran tenido que emplear hierro de producción española, no sólo hubieran perdido la demanda a las fábricas con que estaban relacionados, sino que tendrían que haber pagado los hierros más caros. (A pesar de esto) no se puede negar el papel desempeñado en la modernización de la economía española. El beneficio mayor lo recibió el sector agrario y la minería al ampliarse el mercado interior».
Anes, Rafael: «El ferrocarril en la economía española». Información Comercial Española, nº 623.
CLASIFICACIÓN: Nos encontramos ante una fuente secundaria que tiene un claro carácter periodístico historiográfico, el texto, publicado en un medio periodístico estaría destinado a la colectividad y tendría una intención informativa o divulgativa. Resulta difícil conocer la fecha en la que fue escrito, pero el tono y tiempo verbal, además de las distintas reflexiones, parece que fue escrito bastante después, seguramente ya comenzado el siglo XX, e incluso bastante posterior.
ANÁLISIS: La idea principal que se extrae del texto es como el ferrocarril contribuyó a la modernización y desarrollo de la economía española en el siglo XX. Entre las ideas secundarias podemos encontrar el retraso de la economía española frente a los países europeos y de su entorno, y la pérdida de una oportunidad para la industria siderúrgica española ya que se concedieron franquicias a empresas extranjeras para la construcción del ferrocarril.
COMENTARIO: A mediados del Siglo XIX, España no había iniciado aún la revolución industrial, desde varios sectores económicos o asociaciones como los Círculos de Amigos del País, se indicaba que lo más perentorio para modernizar la economía española sería la construcción de un ferrocarril, esto daría lugar a una expansión del mercado que podría llegar a más sitios y a más velocidad, también integraría y vertebraría un mercado nacional, abarataría los costes del transporte, incidiendo directamente en la productividad de cualquier explotación económica, emplearía mano de obra lo que daría a su vez lugar a la creación de nuevos consumidores, por tanto incrementaría el PIB de España y terminaría por desarrollar un mercado nacional.
La construcción del ferrocarril se inicia en España con la línea Barcelona-Mataró en 1848 a las que seguirían Madrid-Aranjuez al año siguiente, no obstante, el mayor impulso vendrá de la mano del gobierno progresista y el ministro Madoz, que en 1855 decreta la Ley de Ferrocarriles que permitirá construir cerca de 13000 kms de vía ferroviaria en 5 años. Sin embargo, el gobierno se encontraba sin fondos, porque debía asumir la desamortización civil comenzada ese mismo año, así que se decide conceder franquicias para importación de material ferroviario, principalmente francés, lo que permitió construir el ferrocarril a un menor coste, pero que repercutió negativamente a la industria siderúrgica española, concentrada en ese momento en Asturias.
CONCLUSIONES: Es cierto que la construcción del ferrocarril fue uno de los motores de la economía española, permitió dinamizar algunos sectores en auge en las décadas siguientes, como la exportación de vino, aceite y cítricos, sin embargo, no todo fue un camino de rosas, las franquicias dieron lugar a escándalos de corrupción como el conocido «estraperlo», su construcción en sentido radial perjudicó a algunas economías periféricas y la construcción con un ancho de vía distinto al europeo perjudicó la comunicación con el resto del continente.
Hoy en día, el ferrocarril, sobre todo el de alta velocidad, es una fuente de dinamización de la economía, en particular España, invierte mucho dinero en la Alta Velocidad Española, y hace dos años se aprobaron los proyectos para la construcción del Corredor Mediterráneo y el Corredor Atlántico que permitirán abaratar los costes para la exportación de mercancías a la UE.
El primer viaje no fue en 1948;el viaje Barcelona-Mataró fue en 1848