DESCRIPCIÓN: Nos encontramos ante una imagen de las pinturas de la Cueva de Lascaux situada en la región de Dordoña en Francia. La cueva fue descubierta en 1940. A lo largo de la cueva se pueden observar diversas escenas, que corresponden al periodo Magdaleniense, y se enmarcan dentro del estilo franco-cantábrio en el Paleolítico, entre el 22.000 y el 10.000 a. C. Las escenas más destacadas son las del Pozo, los Bisontes Adosados, el friso de los ciervos, o el Panel de la Vaca Negra que es el que tenemos delante.
ASPECTOS MATERIALES Y TÉCNICOS: Como en la mayoría del Arte Rupestre del Paleolítico, la pintura se realiza en grandes murales de roca insertos en cuevas. Las técnicas que se utilizaron fueron el grabado y la pintura, en la mayoría de casos se combinaron ambos procedimientos, primero grabando los contornos de las figuras y después pintando sobre ellos. En muchas ocasiones se utilizan los salientes de la roca para crear una ilusión de volumen. El cromatismo, como podemos ver en la imagen, es reducido, se utilizan colores planos sin gradación y destaca el empleo de rojos a partir de óxidos de hierro, o el negro a partir de carbón vegetal, como aglutinante se emplearon grasas animales o bien resinas vegetales.
ANÁLISIS FORMAL: El tema fundamental, como en casi todas las pinturas Paleolíticas, son los animales, en la imagen se aprecian vacas, así como abundantes caballos y ciervos. Como observamos en la imagen, en este Panel de la Vaca Negra de la cueva de Lascaux, se utiliza una composición vertical, aunque no se emplea la perspectiva, se aprecia un gran naturalismo y un uso de una perspectiva fingida que se aprecia a la hora de representar las patas o las astas, que nos sugieren cierta tridimensionalidad. Los animales aparecen de formas muy variadas, alerta como el caso de las vacas o toros, corriendo, descansando o apareándose. En general, suelen representarse juntos como en manadas, en muchas ocasiones superponiéndose unos a otros.
FUNCIÓN Y SIGNIFICADO: Establecer la función y el significado de estas representaciones sigue suponiendo, aún hoy, un reto para los prehistoriadores. Aunque existen dos teorías generalmente aceptadas. La primera se la debemos a Henri Breuil, que atribuye a estas pinturas unas connotaciones mágicas, como si su representación supusiera apropiarse del espíritu del animal lo que propiciaría de algún modo su caza, en este sentido debemos considerar esta cueva como una especie de santuario donde se realizarían ritos de «magia-propiciatoria» para la caza. La segunda teoría más aceptada sería la de Leroi Gourhan que trata de ver en las representaciones animales una visión dual del cosmos, donde a través de sus atributos genitales, o bien, a través de sus formas «abiertas» o «cerradas» se representarían el género masculino y femenino y corresponderían más bien a un rito a la fertilidad. Aunque como decíamos, ninguna de las dos se ha podido probar hasta el momento.
COMENTARIO: Las pinturas rupestres de la época Magdaleniense se concentran sobre todo en la Cornisa Cantábrica y Sur de Francia, tenemos ejemplos de ellas en la cueva de Altamira, Tito Bustillo, el Castillo, Tróis Frères, todas ellas comparten ciertas características comunes, como la representación de animales o su ubicación en cuevas, a veces con representación de ideogramas o símbolos de los que aún se desconoce el significado, otras con representación de manos en negativo. Lo más llamativo de todos estos ejemplo, más allá de la función o significado que pudieran tener, será la necesidad del hombre de expresar mediante el arte, el mundo conocido, sus inquietudes o sus aspiraciones, y quizá la necesidad de trascender no sólo como hombre sino como género humano, dejando una huella de su mundo y de su vida a las generaciones futuras.
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